Rusia Hoy, 20 de mayo de 2011
Malos humos
Elena Nóvikova
Un cigarrillo por 8 mil euros
Hace dos meses el cantante español Joaquín Sabina dio un concierto en Uruguay y durante la rueda de prensa en un hotel de lujo de Montevideo fumó un cigarrillo. El vicio le costó al establecimiento 8.000 euros por haber permitido que se vulnerara la estricta ley antitabaco del país. En 2006 Uruguay se convirtió en uno de los primeros países libres de humo de tabaco en lugares públicos cerrados. El cantante aseguró que desconocía esta ley en Uruguay y comentó que si no hubiera visto el cenicero encima de la mesa no habría fumado. Otro caso polémico lo protagonizó Catherine Deneuve en una rueda de prensa en Madrid mientras promocionaba su nueva comedia ¨Potiche¨. Al encender un cigarrillo durante la conferencia de prensa, la actriz francesa fue advertida por los periodistas de la prohibición de fumar en España (que entró en vigor a principios del 2011), pero respondió que estaría dispuesta a pagar cualquier tipo de la sanción: ¨Me parece excesivo y creo que atenta contra la libertad individual¨, argumentó a los periodistas.
Si los mismos casos hubieran tenido lugar en Rusia, lo más probable es que habrían pasado desapercibidos. Según los resultados del sondeo del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de Rusia realizado el año pasado, el país tiene el mayor número de los fumadores del mundo y por el momento no dispone de ninguna prohibición oficial. El 40% de la población rusa fuma. El 65% de los fumadores son hombres y el 30% son mujeres. Si en 1985 se fumaron en Rusia 200.000 millones de cigarrillos, en 2008 la cifra superó los 400.000 millones. Cada año, casi 400.000 personas mueren a causa del tabaco.
Lucha antitabaco
Ana Petrova tiene 20 años y es de Voskresensk, un pueblo de la región de Moscú. Cuenta que su padre tiene la costumbre de fumar en el aseo porque le da pereza salir a la terraza y en invierno hace demasiado frío para hacerlo. ¨Yo no puedo entrar en el aseo detrás de él, siempre tengo que esperar a que salga el humo y es una tortura. Sueño con tener mi propio piso donde nadie fume en el aseo porque no creo que mi padre deje de hacerlo¨, comenta Ana.
En 2008 Rusia se unió a otros 170 países que habían firmado el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control del consumo del tabaco aprobado en 2003. De esa forma, Rusia se comprometió a luchar contra la adicción al tabaco.
Por el momento, está prohibida la publicidad del tabaco en la radio, la televisión y en los carteles publicitarios. Pero los precios de los cigarrillos siguen siendo los más bajos de Europa. No existe una ley que prohíba fumar en lugares públicos. Las cajetillas llevan sólo unas advertencias ya que la publicación de imágenes que muestren el daño que el tabaco puede causar a la salud ha levantado fuertes polémicas. A pesar de que esa medida tiene éxito en Canadá (primer país en empezar a publicar estas imágenes en 2000), Brasil (2002), Uruguay (2006), Chile (2006), Inglaterra (2008) y muchos otros países.
Según el plan antitabaco aprobado el año pasado, el porcentaje de fumadores en Rusia debería pasar del 40% al 25% para el año 2015. Las medidas planeadas son las siguientes: limitar aún más la publicidad del tabaco, prohibir fumar en lugares públicos y la venta de tabaco a menores de edad, incrementar la tasa del gravamen al tabaco, etc. La nueva ley que impondrá esas y otras muchas normas debe ser aprobada antes del 2015.
Ígor Kovalenko tiene 28 años y comenta: ¨Llevo fumando casi diez años. Dejaría de hacerlo sólo si yo mismo lo hubiera decidido, pero la subida de los precios o las prohibiciones en mi caso no van a cambiar nada¨.
Fumar a escondidas
Aunque el gobierno ruso establezca numerosas prohibiciones, su eficacia provoca ciertas dudas. ¿Se van a respetar las normas antitabaco? Quien haya viajado en un tren express o en un autobús desde la capital a la región de Moscú u otras regiones cercanas, sabe que está prohibido fumar en este transporte por motivos de seguridad. Antes de empezar la ruta los conductores recuerdan a los pasajeros la existencia de esta prohibición. El viaje no suele ser muy largo y dura entre una y tres horas. Entre los pasajeros siempre hay uno que no aguanta sin encender un cigarrillo y se esconde en el aseo para fumar.
Una vez, mientras iba en autobús a un pueblo a cien kilómetros de Moscú. En medio del trayecto un hombre de unos 45 años se encerró en el servicio. Enseguida fue descubierto por el humo que salía del aseo. El autobús tuvo que hacer una parada de emergencia y esperar 15 minutos hasta que el humo desapareciera. Corríamos el riesgo de ser víctimas de una explosión.
A pesar de las prohibiciones
Serguéi Ribakov está en contra de la prohibición de fumar en bares y restaurantes: ¨Primero, no estamos hablando de Grecia u otro país del sur donde todo el mundo vive en la calle y salir a fumar fuera no supone ningún problema. Pero ¿quién va a fumar en la calle a 20º bajo cero? Yo no estoy loco y creo que la prohibición no va a funcionar, todo el país pasará de esa ley¨.
Los psicólogos afirman que la prohibición de fumar en lugares públicos en Rusia no ayudaría a combatir este vicio sino que aumentaría la cantidad de incendios. Se cree que los rusos fumarían a pesar de todas las prohibiciones. Si uno no puede fumar en un edificio y tampoco puede salir a la calle por el frío, fumará a escondidas. Entonces, en lugar de echar la colilla en el cenicero, la echará en un vaso de plástico, en un papel que puede encenderse fácilmente...
Se teme también que la subida de los precios de los cigarrillos prevista para los próximos años no dé los resultados deseados. Los expertos afirman que esta medida no reduciría el número de compradores de tabaco sino aumentaría las ventas ilegales. Evidentemente, si queremos luchar contra la adicción al tabaco no basta con aprobar una ley por muy estricta que sea. No basta con subir los precios del tabaco y poner imágenes estremecedoras en las cajas de los cigarrillos. Hace falta promocionar un estilo de vida saludable, sobre todo entre los jóvenes, mejorar el nivel de vida de la población ya que, según algunos estudios, cuanto peor se vive más se fuma.
Un madurez tardía
Diego Rodríguez de 42 años, San Sebastián de los Reyes (Madrid):
En junio hará 10 años desde que fumé mi último cigarrillo. Fue una tarde del 2 de junio del 2001, cuando terminé mi último examen de la carrera de derecho. Decidí que ya no volvería a fumar en mi vida, fue fácil ya que fumaba un paquete a la semana, y para mí más que un cambio fue una liberación. El siguiente reto fue correr una carrera de 10 kilómetros, luego una media maratón, luego la maratón completa, una de 100 kilómetros, carerras en bici.
Fue un cambio filosófico, aposté por una vida sana, disfrutar de la naturaleza y el deporte, y alejarme del humo. Tenía 32 años y el adiós al tabaco, junto a la universidad tal vez fue una entrada tardía a la madurez.
¿Dónde fuman menos?
El primer país europeo que prohibió fumar en lugares públicos fue Irlanda en 2004. Su ejemplo fue seguido por Noruega, Nueva Zelanda, Malta, Italia, Suecia, Uruguay, Francia y otros países. Si en 2002 en Europa fumaba el 33% de la población, en 2005 la cifra bajó hasta el 27%.
Tomado de;
http://rusiahoy.com/articles/2011/05/20/malos_humos_12441.html
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