El próximo 31 de mayo en todo el mundo se celebrará el Día sin Tabaco. Una fecha que pretende llamar la atención ante la amplia presencia de consumo de tabaco y los efectos negativos para la salud (que supone 5,4 millones de muertes en todo el mundo anualmente).
Los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) crearon el Día Mundial Sin Tabaco en 1987. En los últimos veinte años, el día ha sido recibido con entusiasmo, como con resistencia en todo el mundo, por parte de gobiernos, organizaciones de salud pública, fumadores, productores y la industria del tabaco.
Sin embargo, cada vez pierde más espacio tanto el tabaco como el consumidor. Hace dos días no más en Nueva York prohibieron fumar en parques, paseos, plazas y zonas peatonales de la ciudad, una medida que generó críticas como elogios entre los neoyorquinos, pero que en términos prácticos arrinconó esta droga.
Y es considerada una droga precisamente por la dependencia que genera su consumo. Una adicción que ha contribuido en la generación significativa de impuestos en muchos países, pero que así también ha cobrado muchas vidas.
Colombia no ha sido la excepción, una marca de cigarrillos hace 20 años fue polémica por su abundancia en el mercado del contrabando , a tal punto que el Gobierno tuvo que legalizar su existencia para evitar su demanda.
Así, aunque a diario vemos en las calles personas fumando cigarrillo, no es lejano el día en que esta droga deje de consumirse. Por ahora tenemos que atacar este mal social que cada vez tiene más adictos en nuestro país.
En Colombia le tendencia es contraria al mundo, pues se considera que el consumo aumentó 5,7 en promedio anual en una década (1991-2004). Además en solo este periodo pasaron las importaciones de 5 a 60,1 millones de dólares, mientras que en el mundo el tabaquismo cayó 1,46 por ciento.
De modo que las cifras son retadoras y más aún cuando hace tres años (al parecer se mantiene la tendencia) el Ministerio de Protección Social reveló que en Colombia hay cinco millones de personas que consumen cigarrillo y explicó que de éstos un millón son menores de edad entre 12 y 17 años, que fuman entre uno y 10 cigarrillos por día.
De modo que en nuestra manos está disminuir estas cifras desagradables para nuestra salud y preocupantes para el bienestar de todos. La verdad es que tanto el consumo de esta droga, como cualquier otra, genera el repudio de la sociedad debido a que provoca un mal en la salud de todos.
Ya es común ver en ciertos establecimientos comerciales el rechazo de los administradores al encontrar a alguien fumando en el interior de sus instalaciones. Este rechazo se ha generalizado y se trasladó a la publicidad, el año pasado la Corte Constitucional prohibió la publicidad del consumo de tabaco, tanto así que el campeonato de fútbol más importante del país dejó de llevar la marca de un cigarrillo y pasó a la de una bebida gaseosa.
Así pues, pese al desesperado consumo de mucho jóvenes, las acciones del tabaco se están arrinconando con el fin de evitar que más personas lo consuman. Es decir, progresivamente se está cumpliendo con el objetivo de la celebración mundial del Día sin Tabaco.
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