Para elaborar los cigarrillos, las hojas de la planta de tabaco se ponen a secar y se mezclan con químicos. Por eso fumar es muy dañino para la salud debido a que esos elementos sintéticos entran a los pulmones de las personas y se quedan adosados allí. Los fumadores lo saben, pero mientras se sientan bien, seguirán con la práctica aditiva confiando en su buena condición física y su suerte.
Sin embargo, hay que reiterar, sin invadir los derechos privativos de las personas de elegir, que las estadísticas son preocupantes: 80% del cáncer de pulmón es producido por el cigarrillo y que cada año mueren en el mundo alrededor de 5 millones de seres por el consumo del tabaco. Además, más de 600.000 individuos no fumadores fallecen anualmente por su exposición al humo.
Y apretando más la marca, cada 10 minutos una persona parte de este mundo por cáncer de pulmón. El Instituto Nacional del Cáncer (INC), advirtió que en nuestro país el tabaquismo produce más de 40.000 muertes por año y genera costos sanitarios por 21.000 millones de pesos, lo que representa 14% del monto que Argentina invierte en salud por año.
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