Contra el humo del cigarrillo |
23 DE JULIO DE 2011jorgepabonl@yahoo.comHace tres días entró en plena vigencia la llamada Ley antitabaco que había sido aprobada hace 2 años, pero tuvo que aguantar en la sala de espera todo este tiempo para quedar en firme. Desde el gobierno se pretende con la normatividad contenida en la ley que se disminuya el consumo de cigarrillo habida cuenta de los efectos dañinos que produce al organismo que tienen que ver principalmente con la el deterioro de la función pulmón, el cáncer el mismo órgano y la enfermedad de las arterias coronarias. El inicio del hábito de fumar es cada vez más frecuente en los jóvenes y es a este grupo poblacional al que se quiere proteger. Se sabe que esta costumbre es la puerta de entrada para el consumo y abuso de otras sustancias consideradas ilegales, comenzando por la marihuana y la cocaína. Si no hay publicidad, ni la venta al menudeo y no se permite fumar en espacios cerrados, hay menos probabilidades que los muchachos entren en contacto con el cigarrillo y adquieran el hábito del tabaquismo. Fumar siempre será en acto de responsabilidad que cada persona debe tener con su cuidado personal, pero no puede atentar contra las demás personas que están a su alrededor y en condición de fumadores pasivos resultan afectados al adquirir enfermedades ligadas a la exposición del humo, es cierto, cada quien está en la libertad de fumar y deteriorar su organismo pero no está autorizado para causar daño a los demás. Así que proteger a los no fumadores es también uno los efectos pretendidos por esta ley. La educación es fundamental en este asunto, si se enseña en los colegios que fumar y usar sustancias prohibidas es bastante lesivo y si se les muestra las funestas consecuencias en el organismo y la personalidad de los adictos, los muchachos aprenderán en la edad justa que no deben entrar en contacto con estas sustancias. A la mano está la información sobre el sufrimiento por el que pasan los afectados por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el cáncer de pulmón unidos a la pobre calidad de vida de estos enfermos en los años últimos de la vida. La industria del tabaco tendrá que ver resentidos sus ingresos y ganancias, pero hasta ahora recibieron hartos beneficios económicos por sus millonarias ventas, sin indemnizar a quienes afectaron. La influencia ejercida por las tabacaleras retrasó la entrada en vigencia de la ley, pero finalmente se cumplieron los plazos y deberán ajustarse a las nuevas disposiciones que buscan el beneficio común. En este Estado cantinero donde el cigarrillo y los licores van de la mano, ya se están escuchando voces para que se hagan reglamentaciones más rígidas con relación a la promoción y comercialización de bebidas alcohólicas que tan sólo por ahora van en la prohibición de la venta a menores de edad que, en más de una ocasión no se cumple a cabalidad. Algún día y ojalá no sea lejano, alguien tendrá que ser ponente de una ley sobre el consumo de licores que sea más estricta a pesar que muchos piensen que legislar sobre este asunto y el tabaco sea estúpido, sin reparar en la estupidez de sus propias reflexiones Tomado de; http://www.laopinion.com.co/noticias/index.php?option=com_content&task=view&id=378111&Itemid=40 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario