Tabaco Querer (dejarlo) es poder
POCAS VECES UN HOSPITAL ABRE SUS PUERTAS ESPECÍFICAMENTE A LOS FUMADORES. QUIZÁS POR ELLO, LA INICIATIVA DESARROLLADA AYER EN SANTIAGO PARA AYUDAR A TODOS LOS QUE SE ACERCARON A ABANDONAR EL HÁBITO SE CONVIRTIÓ EN TODO UN ÉXITO DE ASISTENCIA.
Carlos Mtz. Orduna
- Jueves, 3 de Marzo de 2011 - Actualizado a las 05:22hLOS adictos a la nicotina, con voluntad, cada día lo tienen más fácil para dejar de fumar. El veto al tabaco en los espacios públicos y el cada vez más desorbitado precio de las cajetillas constituyen dos motivos de peso para abandonar el consumo o al menos intentarlo. Claro que el hábito, en la mayoría de las ocasiones, ha calado tan hondo en el fumador que se hace imprescindible darle un empujón desde fuera si quiere lograr darle la espalda definitivamente.
En ésas se encuentran tanto el Departamento de Sanidad como Osakidetza, que han convertido la lucha contra el tabaquismo en uno de sus principales caballos de batalla para esta legislatura, empezando por la redacción junto con otros estamentos del Gobierno de la norma vasca antitabaco o, de forma más local, con la progresiva implantación de unidades de deshabituación en los centros de salud del territorio. Al margen de programas de largo recorrido como este último, englobado en la iniciativa Elige el día para dejar de fumar, también hay lugar en la red sanitaria para jornadas puntuales como la que ayer se celebró en el Hospital Santiago de Gasteiz, que nació con un claro objetivo: que todo amante del cigarrillo que se acercase al centro de la calle Olaguíbel saliese con la idea de que el tabaco está perjudicando gravemente su salud.
Los hospitales no están acostumbrados a celebrar jornadas de puertas abiertas para los fumadores y, quizá por ese motivo, la convocatoria no pudo ser más exitosa. Varios especialistas del servicio de Neumología de Santiago trasladaron sus habituales consultas al hall del centro para realizar tres pruebas básicas a todos los que se acercasen allí y, en función de los resultados, otorgarles un pasaporte personalizado para avanzar en el proceso de abandono del tabaco: fueron, por este orden, un test de adicción para determinar el grado de adicción a la nicotina, una cooximetría para detectar la pérdida en la capacidad de oxigenación y un examen de edad pulmonar con el objeto de identificar en qué estado se encuentran sus órganos.
Desde antes de las 9.00 horas, decenas de personas acudieron al hospital para conocer, en unos pocos minutos, qué consecuencias tiene sobre la salud consumir tabaco de forma habitual. La experiencia se extendió durante siete horas, durante la mañana y la tarde. Y los resultados, al menos en algunos pacientes, fueron satisfactorios. "Lo he intentado en otra ocasión y ahora estoy convencida", confesaba una de las voluntarias a la neumóloga Inés Carrascosa, encargada de analizar los resultados una vez realizadas las tres pruebas. "La razón para que lo dejes es que estás a tiempo. Si lo haces ahora, no tendrías ningún riesgo respiratorio", replicaba la profesional sanitaria.
No en vano, de tres a nueve meses después de fumar el último pitillo la capacidad pulmonar de un fumador aumenta entre un 5% y un 10%, su riesgo de sufrir un infarto se reduce a la mitad que el de un fumador al cabo de cinco años y el riesgo de padecer cáncer de pulmón pasa a la mitad que el de un fumador después de diez. No hay que olvidar tampoco, según recordó el facultativo de Santiago José Ignacio Murua, que "el tabaco es un agente nocivo para los pulmones desde el primer cigarrillo" y que muchas personas pueden llegar a desarrollar un cáncer de pulmón aún habiendo fumado poco a lo largo de su vida.
Al margen de esta grave consecuencia, la más habitual, el tabaco está también asociado a los cánceres de boca, garganta, vejiga, estómago, riñones páncreas o la leucemia, a enfermedades respiratorias de toda índole como la EPOC, patologías del corazón y los vasos sanguíneos e, incluso, impotencia. Al menos, desde que entró en vigor la restrictiva Ley Antitabaco "la gente sí se interesa más en dejarlo, aunque todavía es imposible saber si finalmente lo hace", a juicio de Murua. Según los expertos, sólo consigue abandonar el hábito sin la ayuda de tratamientos farmacológicos el 10% de los que lo intentan.
¿QUÉ HACER? Los profesionales de Santiago atendieron ayer a pacientes de muy distintas características, aunque Carrascosa sí apuntó a un perfil bastante recurrente: "Hay mucha gente que está mal y no lo sabía y ahora ha tomado conciencia de que hay que dejarlo", explicaba. Para quienes la dependencia todavía es asumible y hayan decidido dejar de fumar, el equipo de Neumología recomendó visitar al médico de cabecera, la persona que mejor conoce las opciones a seguir, o comenzar una terapia para avanzar en este objetivo. A los que lo tengan más difícil, les queda la posibilidad de recurrir al tratamiento farmacológico. Aunque la dependencia puede ser difícil de superar por la adicción que crea la nicotina o por el propio acto de fumar, con sus rutinas y rituales, los especialistas insisten en que es un paso decisivo para mejorar la salud a corto y largo plazo. No en vano, el 50% de los actuales fumadores fallecerá a causa del tabaco si no lo deja.
l Adicción a la nicotina. Los fumadores realizaron el test de Fagerström, indicado para evaluar su dependencia física a esta tóxica sustancia.
l Algunas cuestiones. "¿Encuentras difícil no fumar en lugares donde está prohibido?", "¿Qué cigarrillo te costaría más dejar de fumar?", "¿Cuántos fumas al día?". El grado de dependencia -débil, media, fuerte o muy fuerte- determina el nivel posterior de abstinencia.
l Edad pulmonar. El espirómetro permite conocer la capacidad de los pulmones, que disminuye en función de los años de tabaquismo. Un fuerte y sostenido soplido determina su actual estado.
l La iniciativa. Santiago se unió a más de 40 hospitales del Estado en esta jornada de puertas abiertas para los fumadores. El objetivo, que todo el que se acercase allí saliese con la idea de que el tabaco perjudica gravemente su salud.
l Éxito. Decenas de pacientes tomaron el hall del centro gasteiztarra de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00 horas.
l Monóxido de carbono. Este gas tóxico se forma durante la combustión del tabaco, se fija a la sangre y esto provoca una peor oxigenación de los órganos.
l Cooximetría. Con esta prueba, los pacientes pudieron comprobar la tasa de CO expirado. Debe soplarse sobre la boca del aparato suavemente y durante 20 segundos. En función de la cantidad de monóxido, puede determinarse si se es un gran fumador, un fumador moderado o un no fumador.
l Evaluación. Varias neumólogas de Santiago repartieron pasaportes personalizados a los pacientes tras realizar las tres pruebas. Consejo, al médico si procede y, a partir de ahí, tratamiento.
Tomado de:
http://www.noticiasdealava.com/2011/03/03/sociedad/euskadi/tabaco-querer-dejarlo-es-poder
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