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martes, 22 de febrero de 2011

El País Digital.es, Madrid, 20 de febrero de 2011

El Comité de Prevención del Tabaquismo advierte sobre el cigarrillo electrónico

“Brinda todos los placeres de fumar, evitando todos los inconvenientes”. Este texto está sacado del primer resultado de la búsqueda de Google cuando teclea “cigarrillo electrónico”.

Una página en cuya portada se puede leer un sugerente “producto anunciado en televisión” para pretender dar más credibilidad a sus afirmaciones. Un producto que se presenta como una ayuda para dejar el tabaco. “Es seguro, más barato y más sano y además puede ayudarle a dejar de fumar si usted lo desea”, se presenta en esa web.
Ante esto, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo ha emitido un informe en el que se advierte de la ineficacia de este dispositivo para ayudar a dejar de fumar. “Como mínimo, no sirve. Y no se sabe si puede causar algún otro daño”, explica Yolanda Fernández, trabajadora social de la unidad de Tabaquismo de la Consejería de Sanidad, donde desde 2007 tratan a personas que tratan de dejar de fumar.
En primer lugar, el informe de la CNPT especifica ca el limbo legal en el que se encuentran estos tratamientos. “Su situación legal en la Unión Europea es poco clara, no es un producto de tabaco pero tampoco ha pasado los filtros de los productos farmacéuticos, a pesar de contener nicotina”, especifica. Son dos los tipos de cigarrillos, los que liberan vapor de agua y los que tienen cartuchos de nicotina, para controlar dosis. Es decir, el cigarrillo electrónico no pasa los controles que Sanidad establece para los medicamentos, a diferencia de otros tratamientos que sí están demostrados y también se venden en farmacias: los parches, chicles, y pastillas para chupar de nicotina. Unos fármacos que sí han visto su validez demostrada.
El informe de la CNPT se basa en varios estudios, uno de los más importantes el de la Agencia de Medicamentos y Alimentos estadounidense (FDA), del que, según el CNPT, se concluye que “hay ‘e-cigarrillos’ sin nicotina según el fabricante, en los que se ha detectado la presencia de nicotina”.
Lo que no está claro es qué otros efectos pueden tener estos cigarrillos, aunque algunos de sus sustancias ya se han detectado. “Algunas marcas liberaban cantidades detectables de nitrosaminas, compuesto cancerígeno que también se encuentra en el humo de los cigarrillos convencionales y muchos de ellos liberan un compuesto químico llamado dietilenglicol (se usa como anticongelante en los coches) por lo que no puede afirmarse alegremente que solo liberan vapor de agua”, recoge el informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
La conclusión de la CNPT es clara: “El cigarrillo electrónico contiene nicotina pero no es dispositivo eficaz para dejar de fumar. Por el contrario puede tener un efecto indeseable de retener a fumadores en el consumo de nicotina y mantener la dependencia gestual del cigarrillo. El vapor de los cigarrillos electrónicos puede contener sustancias tóxicas y nocivas para la salud y no deberían usarse en espacios públicos cerrados”.
Este último apartado entra en relación precisamente con otra de las ventajas que anuncian los fabricantes y distribuidores del cigarrillo electrónio. Al no estar considerado como tabaco, es posible fumar allá donde la ley no permite usar tabaco

“Reducen el consumo”
Tal y como indica el CNPT no se trata de un fármaco. Sin embargo, sí que se puede comprar en farmacias, y con bastante éxito, según indican en las propias tiendas. “Sobre todo hubo una explosión en los primeros días de la Ley Antitabaco, ahora menos”, explican en una farmacia de la zona centro. “Tanto como dejar de fumar no, pero muchos clientes sí que nos dicen que han reducido el consumo”, añaden.
En otra farmacia constatan la misma impresión, “se ha vendido bien”. “Pero sólo te ayuda a fumar si tienes voluntad y estás mentalizado, si no, no sirve para nada”, explican en otro establecimiento farmacéutico de la ciudad.
Sin embargo, según se desprende del informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, el tiempo de venta libre de este producto tiene los días contados, puesto que “la UE está preparando una normativa para regular estos productos de modo que solo se puedan comercializar si pasan los controles de las autoridades sanitarias”. Por de pronto, otros países como Australia ya han prohibido estos cigarrillos.
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