CAMMY CLARK
TAVERNIER
Camie López, estudiante de tercer año de la secundaria Coral Shores, observa un recipiente colocado por SWAT (Students Working Against Tobacco), y dice: “Qué asco”.
El contenido pegajoso del tarro representa la cantidad de alquitrán acumulada en los pulmones de alguien que fuma diariamente la mitad de una cajetilla de cigarrillos durante un año. Está cerca de “Flema”, otra vasija llena con la cantidad de mucosidad gruesa que un fumador que padece de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica expulsa en dos semanas.
“Me disgusta hacerlo durante el almuerzo, pero queremos hacer llegar a los muchachos el mensaje de que el tabaco mata”, dijo la maestra Diane Wischmeier, asesora del capítulo de Los Cayos Superiores del programa estatal SWAT.
SWAT es parte de Tobacco Free Florida Keys, una asociación comunitaria creada en diciembre del 2009 con la misión de evitar que la gente comience a fumar, eliminar la exposición al humo de segunda mano y ayudar a los que tratan de abandonar el vicio.
La asociación ha ampliado el alcance del programa del Condado Monroe, que comenzó en el 2007, cuando se restableció la Oficina del Programa de Prevención del Tabaco tras la aprobación de una enmienda constitucional el año anterior. Esta obligó a que 15 por ciento de los pagos anuales del acuerdo extrajudicial por $113,000 millones de la Florida con las grandes tabacaleras se usara para la prevención del hábito.
Tobacco Free Florida Keys se fundó con una donación a tres años de $131,250 anuales del acuerdo arreglo de 1997 con las tabacaleras. Un punto importante es crear normas que disuadan fumar, particularmente en público y en los centros de trabajo.
Hace dos semanas la Policía de Monroe, aliada de Tobacco Free Florida Keys, implementó una política de que los nuevos empleados no pueden ser fumadores.
Es bueno para la salud de los empleados y las primas del seguro médico, dice Bob Peryam, jefe de la Policía de Monroe y ex fumador, y agregó: “Tenemos una imagen que cuidar, especialmente para la juventud. No es una buena imagen ver a un agente por ahí fumando de uniforme”.
Donna Stayton, supervisora de de Tobacco Free Florida Keys, dijo que ha habido menos entusiasmo por crear parques municipales y condales donde esté prohibido fumar, así como complejos de condominios y edificios de apartamentos donde no se permita fumar.
Una reciente reunión con la Junta Asesora de Parques y Recreación de Monroe sobre el tema del tabaco no llegó a conclusiones.
“A pesar de lo mucho que odio los cigarrillos en Higgs Beach [un parque condal en Cayo Hueso], sería difícil hacerlo cumplir”, dijo el optometrista Jim Boilini, un miembro de la junta y ex fumador.
Otros en la junta se mostraron con firmeza contra ese tipo de normal, alegando que muchos adultos disfrutan de habanos y cigarrillos durante las ligas de boliche y otras actividades en los parques de adultos.
Los esfuerzos de Stayton por crear edificios de apartamentos donde no se pueda fumar en los Cayos también han tenido poco éxito hasta ahora.
“Hemos tocado muchas puertas de dueños de complejos y administradores de apartamentos, y nos las han cerrado en la cara”, dijo Stayton. “Pero seguimos intentando llevar el mensaje sobre el humo de segunda mano y cómo puede filtrarse a través de las paredes, los conductos de ventilación y las ventanas. Puede ser mortal”.
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