Bajo el lema “Menos humo, más vida”, estudiantes del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos de Miguel Othón de Mendizábal, del IPN, crearon un tratamiento auxiliar llamado Anti Sic, a base de laminillas de ácoro, para reducir el consumo del cigarro.
Los desarrolladores del tratamiento son Rocío del Carmen Ambriz, Hernández, Sonia Aline Hernández Mejía, Cristóbal Misael Cuevas Islas, del sexto semestre de la carrera de Técnico Laboratorista Químico.
En un comunicado, Ambriz Hernández dijo que encontraron que la fitoterapia recomendada es lamer o masticar el rizoma seco (cayo subterráneo) del ácoro.
Posteriormente, se escupían y cuando se consumían el cigarro dejaba un sabor muy desagradable.
Sin embargo, comentó, este método no resulta nada práctico en la actualidad y “por eso quisimos hacerlo de una manera fácil, sencilla y rápida”.
A su vez, Hernández Mejía destacó que una persona que ha decidido dejar de fumar puede sentirse muy ansioso en este proceso. Para combatirlo, se introduce una pequeña laminilla a la boca.
Las glándulas sublinguales tienen una conexión más rápida con el cerebro y en unos o cinco o 10 minutos, cuando encienda un cigarro le quedará un sabor muy desagradable y de esta manera disminuirá su consumo paulatinamente.
“Era muy importante desarrollar un producto que no contuvieran alguna sustancia dañina ni adictiva? Psicoactiva como es el caso de los chicles o los parches que contienen nicotina”, explicó.
En tanto, Cuevas Islas explicó que Anti?Sic está elaborado únicamente a base de del extracto de ácoro, mezcla de goma, carece de conservadores y como es un polímero puede durar seis meses sin caducar.
Los estudiantes obtuvieron el principio activo por extracción etanólica que después mezclaron con un plastificante que generan la forma de la laminilla como una película comestible.
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