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miércoles, 29 de febrero de 2012

El Informador.mx, Guadalajara México, 27 de febrero de 2012


Tabaco y alcohol importantes precursores del Esófago de Barrett

  • Este síndrome constituye un importante precursor de cáncer esofágico
  • Uno de los síntomas de dicho padecimientos es excesiva acidez estomacal y reflujo
GUADALAJARA, JALISCO (27/FEB/2012).-Especialistas en gastroenterología del IMSS Jalisco indicaron que el tabaco y el alcohol son importantes precursores del Esófago de Barrett (EB), también llamado síndrome de Barrett.  

Agregó que EB se refiere a un cambio anormal de las células de la porción terminal de dicho órgano, que conecta la faringe con el estómago, cuyo origen se asocia principalmente al contacto continuo de dicho órgano con ácidos gástricos por reflujo (agruras).  

Afecta a 10 por ciento de las personas que acuden al médico por este motivo.  

Señalaron que el EB en algunos casos puede deberse a una predisposición genética.  

Explicaron que al margen de su origen, este síndrome constituye un importante precursor de cáncer esofágico y refirieron que se presenta con una frecuencia estimada de entre 20 por ciento y 40 por ciento de la población general, con predominio en el sexo masculino.  

Comentaron los gastroenterólogos que generalmente el hallazgo de EB se hace en pacientes que se ubican en la sexta década de la vida, y que es a través de estudios endoscópicos (introducción de una pequeña cámara para observar, en este caso, el interior del esófago), así como mediante una biopsia esofágica (toma de una muestra de tejido de dicho órgano), como se llega al diagnóstico.  

Resaltó que en el Hospital número 46 del IMSS Jalisco se hacen 230 endoscopías al mes, de las que, entre 8 por ciento y 10 por ciento resultan positivas e esta enfermedad.  

Resaltaron que más de 90 por ciento de los pacientes con EB no buscan atención médica y el trastorno pasa inadvertido hasta que el proceso se complica por el desarrollo de cáncer, comienza con disfagia (dificultar o imposibilidad para tragar) o con hemorragia digestiva (por ulceraciones profundas de la mucosa lesionada).  

Destacaron que el tabaquismo y el consumo de alcohol son los principales factores ambientales que favorecen el desarrollo de reflujo gastroesofágico, y con ello, el incremento de posibilidades de desarrollar EB.  

Indicaron que tras el diagnóstico, el tratamiento de la enfermedad dependerá de la severidad de la misma y contempla desde medidas higiénico dietéticas, hasta el uso de fármacos de por vida (debido a que las lesiones en la mucosa esofágica son irreversibles), además de cirugías en casos más severos. 
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