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Comité Nacional para la Prevención. El dispositivo no es adecuado para dejar de fumar y el vapor contiene sustancias tóxicas. Más ventas. La demanda se ha incrementado desde la entrada de la Ley
Última actualización 20/01/2011@22:31:37 GMT+1
EVA CAÑAS
El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) advierte que el cigarrillo electrónico contiene nicotina pero no es un dispositivo “eficaz” para dejar de fumar, así lo recogen en un comunicado emitido a raíz del incremento en las ventas de este tipo de dispositivo con la entrada en vigor de la reforma de la Ley Antitabaco y la prohibición de fumar en todos los locales públicos cerrados.
Estos expertos, entre los que está el responsable de la Unidad de Tabaquismo del Complejo Asistencial, Miguel Barrueco, recuerdan que los cigarrilos electrónicos pueden tener un efecto indeseable “de retener a fumadores en el consumo de nicotina y en mantener la dependencia gestual del cigarrillo”, precisan. Asimismo, añaden que el vapor de los cigarrillos electrónicos puede contener sustancias tóxicas y nocivas para la salud “y no deberían de utilizarse en espacios públicos cerrados”. Hace unos días, la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, María Ángeles de Sande, recordaba que en ningún caso el cigarrillo electrónico “es un método para dejar de fumar”. Además, lo más recomendable es acudir a un especialista para abandonar el hábito, como por ejemplo, al médico de Atención Primaria.
En el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo aseguran que existen cigarrillos electrónicos que aunque sus fabricantes dicen que no tienen nicotina, sí se ha detectado posteriormente. “Algunas marcas liberan cantidades detectables de nitrosaminas, compuesto cancerígeno que también se encuentra en el humo de los cigarrillos convencionales y muchos de ellos liberan un compuesto químico llamado dietilenglicol –se usa como anticongelante en los coches–”.
Este grupo de expertos teme que la promoción de estos productos puede minar las estrategias de eficacia demostrada en el control del tabaco. “Uno de los problemas que pueden acarrear es conflictos y discusiones si se consumen en lugares públicos cerrados en los que no está permitido fumar”, advierten desde la CNPT. En otros países del mundo, como en Australia, ya se prohibieron los cigarrillos electrónicos en 2008 y diversos estados norteamericanos también. En este sentido, la Unión Europea está preparando una normativa para regular estos productos de modo que solo se puedan comercializar si pasan los controles de las autoridades sanitarias.
Este Comité Nacional recuerda a los fumadores de que existen en las farmacias productos de nicotina medicinal limpia, “con plenas garantías sanitarias”, que han demostrado su eficacia para paliar el “hambre de nicotina”, y aliviar el deseo compulsivo de fumar.
Sin embargo, aclaran que no se considera una prioridad sanitaria el asunto de los cigarrillos electrónicos, “debido a que todos los datos indican que estos productos no son bien aceptados en los fumadores y que tienen un éxito efímero”.
El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) advierte que el cigarrillo electrónico contiene nicotina pero no es un dispositivo “eficaz” para dejar de fumar, así lo recogen en un comunicado emitido a raíz del incremento en las ventas de este tipo de dispositivo con la entrada en vigor de la reforma de la Ley Antitabaco y la prohibición de fumar en todos los locales públicos cerrados.
Estos expertos, entre los que está el responsable de la Unidad de Tabaquismo del Complejo Asistencial, Miguel Barrueco, recuerdan que los cigarrilos electrónicos pueden tener un efecto indeseable “de retener a fumadores en el consumo de nicotina y en mantener la dependencia gestual del cigarrillo”, precisan. Asimismo, añaden que el vapor de los cigarrillos electrónicos puede contener sustancias tóxicas y nocivas para la salud “y no deberían de utilizarse en espacios públicos cerrados”. Hace unos días, la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, María Ángeles de Sande, recordaba que en ningún caso el cigarrillo electrónico “es un método para dejar de fumar”. Además, lo más recomendable es acudir a un especialista para abandonar el hábito, como por ejemplo, al médico de Atención Primaria.
En el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo aseguran que existen cigarrillos electrónicos que aunque sus fabricantes dicen que no tienen nicotina, sí se ha detectado posteriormente. “Algunas marcas liberan cantidades detectables de nitrosaminas, compuesto cancerígeno que también se encuentra en el humo de los cigarrillos convencionales y muchos de ellos liberan un compuesto químico llamado dietilenglicol –se usa como anticongelante en los coches–”.
Este grupo de expertos teme que la promoción de estos productos puede minar las estrategias de eficacia demostrada en el control del tabaco. “Uno de los problemas que pueden acarrear es conflictos y discusiones si se consumen en lugares públicos cerrados en los que no está permitido fumar”, advierten desde la CNPT. En otros países del mundo, como en Australia, ya se prohibieron los cigarrillos electrónicos en 2008 y diversos estados norteamericanos también. En este sentido, la Unión Europea está preparando una normativa para regular estos productos de modo que solo se puedan comercializar si pasan los controles de las autoridades sanitarias.
Este Comité Nacional recuerda a los fumadores de que existen en las farmacias productos de nicotina medicinal limpia, “con plenas garantías sanitarias”, que han demostrado su eficacia para paliar el “hambre de nicotina”, y aliviar el deseo compulsivo de fumar.
Sin embargo, aclaran que no se considera una prioridad sanitaria el asunto de los cigarrillos electrónicos, “debido a que todos los datos indican que estos productos no son bien aceptados en los fumadores y que tienen un éxito efímero”.
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