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viernes, 6 de enero de 2012

Portafolio. Bogotá Colombia, 2 de enero de 2012


El cigarrillo mata personas y las colillas a la Tierra

enero 2 de 2012 - 7:33 pm

Tienen más de 45 tóxicos que envenenan el medio ambiente y son una gran fuente de basura.


Botar al piso las colillas de cigarrillo no es solamente un acto de mala educación, es también uno de los mayores atentados contra el planeta.
Por décadas han pasado como un residuo inocuo, que puede tirarse en cualquier lugar, pero hoy representan una de las más grandes fuentes de basura en el mundo y la que más tóxicos lleva a la tierra.
Con solo arrojarlas al pavimento comienza una cadena que, poco a poco, envenena las principales fuentes que componen el medio ambiente.
Primero sueltan las sustancias que quedan en el filtro, que representan uno de los mayores peligros; allí están la nicótica, el alquitrán y más de cincuenta químicos que se apoderan de los terrenos y, al llegar al agua, también la contaminan.
“Su labor como depredadoras empieza desde el mismo instante en que se tiran al suelo y no se apagan, ya que sigue generando monóxido de carbono que llega a los pulmones de los mal llamados fumadores pasivos.
Además de CO2, están otras 45 sustancias, causantes de cerca de 200 enfermedades no sólo del aparato respiratorio, pues atacan de los pies a la cabeza”, explicó Diana Esperanza Rivera, coordinadora de políticas y movilización social del Instituto Nacional de Cancerología (INC).
NO FUMAR EN PARQUES
Ahora, si con el zapato se refriegan en el piso, se desperdigan los tóxicos que luego absorbe la tierra.
Eso, sin tener en cuenta que por las lluvias son miles (por no decir millones) las que llegan a las alcantarillas, luego a los ríos y dejan desechos que muchas personas consumirán en sus fuentes de agua. Eso les podría generar enfermedades, principalmente, a los niños y adultos mayores.
Para Rivera, quien es quizás la mayor estudiosa en el país sobre el tema, los químicos que quedan en los filtros duran 25 años en degradarse, un cuarto de siglo haciendo daño al medio ambiente, ya que esas sustancias hacen parte del grupo que ha ayudado al calentamiento global.
Esa ha sido una de las razones por las cuales tanto el Ministerio de Protección Social como el Instituto Nacional de Cancerología diseñaron la campaña ‘Parques y playas libres de humo’, dos de los lugares de mayor disfrute de todos los pueblos, pero que más sufren con las colillas de cigarrillo.
En Colombia mucho más, ya que la mala costumbre de fumar a la orilla del mar es uno de los mayores hábitos que ataca la arena de la playa y el ecosistema marino cercano, debido a esos desperdicios que se llevan las olas.
En los parques, desafortunadamente, el panorama no es diferente.
Los pastos y todo lo que hay alrededor termina contaminado sin que nadie haga nada al respecto.
“De allí que la idea (no sólo en nuestro país, sino en otras 15 naciones con legislaciones de avanzada) es que aun los lugares públicos estén libres de humo, pues si no hay fumadores el piso podrá mantenerse en buen estado”, agregó la experta.
El llamado lo ha hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS), dentro de las estrategias para combatir la epidemia del consumo del tabaco que este año causará 650 millones de muertes en el mundo, muchos de ellos menores de 40 años, pues ahora son los jóvenes los mayores consumidores.
No es una medida en contra de los fumadores, como muchos creen, es un llamado a todos aquellos que hoy están en la lucha por cuidar el planeta, para erradicar uno de los peores hábitos que ha tenido la humanidad: fumar y tirar los desechos en cualquier parte, entre ellos, un veneno mortal como una colilla de cigarrillo.
EN COLOMBIA NO SE PERMITE FUMAR EN ESPACIOS CERRADOS
En diciembre del 2008 entró en vigencia la Resolución 1956 expedida por el Ministerio de la Protección Social, que establece que ningún colombiano puede fumar en espacios cerrados, ya sean públicos o privados.
La norma, que es clara en definir que la prohibición cobija toda área cubierta “por un techo o cerrada entre una o más paredes o muros”, aplica a bares, cafeterías, tabernas y restaurantes; entidades de salud; centros comerciales, áreas comunes cerradas de edificios y conjuntos de vivienda; terminales aéreos y terrestres; medios de transporte público, oficial y escolar; escenarios para espectáculos artísticos o deportivos con techo y todos los sitios de trabajo, públicos y privados.
Las terrazas también se incluyen.
Sobre las instituciones de educación formal, en sus niveles de educación preescolar, básica y media, y no formal en las que haya menores de edad, pesa una prohibición estricta del consumo de cigarrillo, incluso en áreas abiertas (las canchas o los jardines de los colegios, por ejemplo).
Tomado de;

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