Consumen cigarrillos... y su vida
(Agencia Reforma)Durante la producción, su director se planteó ponerle fin al apego tan fuerte que tiene hacia el tabaco
MÉXICO, DF.- Durante la producción del filme 18 Cigarrillos y Medio, su director, el paraguayo Marcelo Tolces, se planteó no sólo cumplir su deseo de debutar en cine, sino también ponerle fin al apego tan fuerte que tiene hacia el tabaco.
"Yo fumo mucho y, en realidad, quiero dejar de fumar una vez que terminen todos los estrenos de la película, así que espero que después de que la vean en México, ya pueda cumplir esto y pueda dejar de fumar", aseguró el cineasta.
Y aunque tanto su anhelo de estar limpio de tabaco como el nombre de su ópera prima están rodeados de nicotina, su película no trata sólo sobre el hábito de fumar, sino que intenta hacer una reflexión de la realidad que viven varios jóvenes sudamericanos.
"El cigarrillo lo tomé como una unidad dramática de la película, nada más", puntualizó Tolces en conferencia vía telefónica.
"(Fumar) es un vicio estúpido y uno empieza fumando desde chico, eso es normal, y cuando tienes más problemas en la adolescencia, el cigarro sirve como un bastón social, y cuando encontré la edad de mis personajes, fue natural ligarlos con fumar".
Es así como Ezequiel (Hernán Melgarejo), un joven paraguayo, consume a lo largo de 70 minutos de película la cantidad exacta de 18 cigarrillos y medio, en donde cada colilla sirve como una reflexión.
"Un cigarro se va consumiendo poco a poco y, al final, sólo deja ceniza, y ésa es una perfecta analogía de lo que sucede con la vida de estos personajes", explicó el realizador, cuya película se proyecta en la Cineteca Nacional.
Pero la relación de la cinta con el tabaco es más fuerte, ya que parte del presupuesto fue otorgado por la marca de cigarros Palermo, misma que fuma Ezequiel a lo largo de la historia.
Sin embargo, Tolces recalcó que su filme, el cual fue coproducido por Canana, empresa liderada por Diego Luna y Gael García Bernal, no intenta incentivar la proliferación de este vicio ni crear polémica al respecto, sino que más bien quiere que la gente lo vea como una metáfora sobre la vida.
"Yo fumo mucho y, en realidad, quiero dejar de fumar una vez que terminen todos los estrenos de la película, así que espero que después de que la vean en México, ya pueda cumplir esto y pueda dejar de fumar", aseguró el cineasta.
Y aunque tanto su anhelo de estar limpio de tabaco como el nombre de su ópera prima están rodeados de nicotina, su película no trata sólo sobre el hábito de fumar, sino que intenta hacer una reflexión de la realidad que viven varios jóvenes sudamericanos.
"El cigarrillo lo tomé como una unidad dramática de la película, nada más", puntualizó Tolces en conferencia vía telefónica.
"(Fumar) es un vicio estúpido y uno empieza fumando desde chico, eso es normal, y cuando tienes más problemas en la adolescencia, el cigarro sirve como un bastón social, y cuando encontré la edad de mis personajes, fue natural ligarlos con fumar".
Es así como Ezequiel (Hernán Melgarejo), un joven paraguayo, consume a lo largo de 70 minutos de película la cantidad exacta de 18 cigarrillos y medio, en donde cada colilla sirve como una reflexión.
"Un cigarro se va consumiendo poco a poco y, al final, sólo deja ceniza, y ésa es una perfecta analogía de lo que sucede con la vida de estos personajes", explicó el realizador, cuya película se proyecta en la Cineteca Nacional.
Pero la relación de la cinta con el tabaco es más fuerte, ya que parte del presupuesto fue otorgado por la marca de cigarros Palermo, misma que fuma Ezequiel a lo largo de la historia.
Sin embargo, Tolces recalcó que su filme, el cual fue coproducido por Canana, empresa liderada por Diego Luna y Gael García Bernal, no intenta incentivar la proliferación de este vicio ni crear polémica al respecto, sino que más bien quiere que la gente lo vea como una metáfora sobre la vida.
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