Primero fue en bares, restaurantes y oficinas. Ahora los carteles de "No fumar" están apareciendo cada vez más en espacios al aire libre
Primero fue en los bares, los restaurantes y las oficinas. Ahora los carteles de "No fumar" están apareciendo cada vez más en espacios al aire libre.
Los parques municipales, las playas públicas, los predios de las universidades y otras instalaciones en todo Estados Unidos están cerrándoles las puertas a los fumadores. Las prohibiciones al cigarro al aire libre se han duplicado casi en el último lustro y suman casi 2.600 en un crecimiento incesante.
Dañino para los no fumadores
Algunos expertos ponen en duda su conveniencia por considerar que no hay evidencias médicas de que el humo del cigarro al aire libre sea perjudicial para la salud de los no fumadores.
Ronald Bayer, profesor de la Universidad de Columbia, afirmó que "las evidencias de que sea un riesgo para la gente al aire libre son endebles".
Cientos de estudios asocian el humo de segunda mano a problemas de salud como enfermedades cardíacas. Esas investigaciones han motivado leyes y reglas en lugares de trabajo que ahora imponen la prohibición de fumar en casi la mitad de los bares, restaurantes y lugares de trabajo en la nación.
Por el contrario ha habido pocos estudios sobre los perjuicios potenciales del humo de segunda mano en lugares abiertos, pero eso no ha impedido el aumento de las prohibiciones de fumar en los últimos cinco años en parques de juegos, zoológicos, playas, paradas de autobuses, campos deportivos.
"El humo de segunda mano es nocivo. Es particularmente dañino para los niños", afirmó la concejal Mary Cheh, del Distrito Columbia, una de más de 90 municipalidades o condados en la nación que consideran una prohibición de fumar en lugares abiertos.
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