Tabaco y alcohol, sustancias adictivas de primer contacto
- Los jóvenes que no estudian ni trabajan son más vulnerables a las drogas
El consumo sostenido podría llevar a probar también mariguana y cocaína: estudio
GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2011).- El tabaco y el alcohol destacan por ser las sustancias adictivas de primer contacto en adolescentes de 10 a 19 años, según un estudio de investigación realizado en la UIESSA, afirmó la especialista Bertha Lidia Nuño Gutiérrez.
La jefa de la Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicio de Salud del Adolescente (UIESSA) del IMSS Jalisco dijo que el estudio señala que el consumo sostenido de esta mancuerna incrementa de forma significativa la posibilidad de consumir también mariguana y cocaína, entre otras drogas ilegales.
La experta del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco aseguró que más de la mitad de los adolescentes ha tenido contacto con alguna sustancia adictiva o droga antes de cumplir los 18 años.
Comentó que los jóvenes más vulnerables a consumir este tipo de sustancias son quienes no tienen una actividad productiva, como estudiar o trabajar, ya que en la población escolar la prevalencia de consumo no alcanza el uno por ciento.
Según la investigación, añadió, se comprobó que es en casa, a instancia de los propios padres de familia, en donde los muchachos tienen el primer contacto tanto con el alcohol como con el tabaco.
Resaltó que los padres argumentan que les ofrecen a sus hijos 'una probadita', para que se les quite la curiosidad y prefieren que sea en casa que fuera de ella y sin su vigilancia, pero 'este acercamiento a las sustancias es determinante para continuar consumiéndolas'.
Su uso suele ser un poco más acentuado en los varones, aunque la diferencia con las mujeres no es significativa, 'ambos fuman y toman casi por igual, sin embargo las cantidades que consumen los hombres suelen ser mayores', apuntó.
Dicho comportamiento obedece a una equidad de género mal entendida en muchos casos, afirmó la especialista, sin embargo el posicionamiento de la mujer en la sociedad en situaciones de igualdad con los varones las coloca en contextos de presión muy fuertes y encuentran en el alcohol y el tabaco mecanismos de liberación del estrés.
En la investigación fueron identificados distintos factores que propician que un adolescente pueda engancharse a una droga, entre ellos que los padres permiten el uso de alcohol o tabaco bajo determinadas circunstancias, pero también la vulnerabilidad emocional propia de la adolescencia juega un papel preponderante.
Alertó que también baja autoestima, síntomas depresivos e incluso ideas suicidas, son factores de riesgo en los muchachos, sobre todo los que forman parte de familias desintegradas o de aquellas en las que uno de los padres tiene alguna adicción.
Asimismo, los jóvenes que no realizan alguna actividad como trabajar o estudiar son más propensos a consumir drogas, al igual que los estudiantes con bajo promedio y los que tienen amistades que ingieren algún enervante.
La investigadora señaló que además está el hecho de que los jóvenes en general no perciben el daño que ocasionan las adicciones a corto y largo plazo.
Tan sólo en lo que respecta al tabaco, éste se asocia a por lo menos 10 causas de mortalidad, siendo la más conocida, el cáncer pulmonar, lo cual en lo general lo posiciona como un factor que reduce por lo menos siete años al expectativa de vida.
El alcohol por su parte, afecta la vida del individuo en los ámbitos de salud, laboral, académico y familiar. En general el costo de las adicciones trasciende la vida del individuo y lo que en la mayoría de los casos inicia como una aceptación grupal, se torna en un problema social.
Dijo que el IMSS cuenta con estrategias como JuvenIMSS, en la que uno de sus puntos fundamentales es la prevención de las adicciones, a través de la práctica del deporte y la unión familiar, entre otras alternativas.
La jefa de la Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicio de Salud del Adolescente (UIESSA) del IMSS Jalisco dijo que el estudio señala que el consumo sostenido de esta mancuerna incrementa de forma significativa la posibilidad de consumir también mariguana y cocaína, entre otras drogas ilegales.
La experta del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco aseguró que más de la mitad de los adolescentes ha tenido contacto con alguna sustancia adictiva o droga antes de cumplir los 18 años.
Comentó que los jóvenes más vulnerables a consumir este tipo de sustancias son quienes no tienen una actividad productiva, como estudiar o trabajar, ya que en la población escolar la prevalencia de consumo no alcanza el uno por ciento.
Según la investigación, añadió, se comprobó que es en casa, a instancia de los propios padres de familia, en donde los muchachos tienen el primer contacto tanto con el alcohol como con el tabaco.
Resaltó que los padres argumentan que les ofrecen a sus hijos 'una probadita', para que se les quite la curiosidad y prefieren que sea en casa que fuera de ella y sin su vigilancia, pero 'este acercamiento a las sustancias es determinante para continuar consumiéndolas'.
Su uso suele ser un poco más acentuado en los varones, aunque la diferencia con las mujeres no es significativa, 'ambos fuman y toman casi por igual, sin embargo las cantidades que consumen los hombres suelen ser mayores', apuntó.
Dicho comportamiento obedece a una equidad de género mal entendida en muchos casos, afirmó la especialista, sin embargo el posicionamiento de la mujer en la sociedad en situaciones de igualdad con los varones las coloca en contextos de presión muy fuertes y encuentran en el alcohol y el tabaco mecanismos de liberación del estrés.
En la investigación fueron identificados distintos factores que propician que un adolescente pueda engancharse a una droga, entre ellos que los padres permiten el uso de alcohol o tabaco bajo determinadas circunstancias, pero también la vulnerabilidad emocional propia de la adolescencia juega un papel preponderante.
Alertó que también baja autoestima, síntomas depresivos e incluso ideas suicidas, son factores de riesgo en los muchachos, sobre todo los que forman parte de familias desintegradas o de aquellas en las que uno de los padres tiene alguna adicción.
Asimismo, los jóvenes que no realizan alguna actividad como trabajar o estudiar son más propensos a consumir drogas, al igual que los estudiantes con bajo promedio y los que tienen amistades que ingieren algún enervante.
La investigadora señaló que además está el hecho de que los jóvenes en general no perciben el daño que ocasionan las adicciones a corto y largo plazo.
Tan sólo en lo que respecta al tabaco, éste se asocia a por lo menos 10 causas de mortalidad, siendo la más conocida, el cáncer pulmonar, lo cual en lo general lo posiciona como un factor que reduce por lo menos siete años al expectativa de vida.
El alcohol por su parte, afecta la vida del individuo en los ámbitos de salud, laboral, académico y familiar. En general el costo de las adicciones trasciende la vida del individuo y lo que en la mayoría de los casos inicia como una aceptación grupal, se torna en un problema social.
Dijo que el IMSS cuenta con estrategias como JuvenIMSS, en la que uno de sus puntos fundamentales es la prevención de las adicciones, a través de la práctica del deporte y la unión familiar, entre otras alternativas.
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