Los cigarrillos en Australia se venderán con empaquetados "desagradables"
Una norma que se aplicará desde diciembre obliga a las tabacaleras a que las marquillas sean idénticas, de un solo color e imágenes desalentadoras del consumo.
Ulceras supurosas y dientes podridos tendrían que ser suficientemente disuasorios para potenciales fumadores. Pero por si eso no fuese suficiente, en Australia se impuso una norma por la que las marcas de tabaco ya no podrán rivalizar con los atractivos diseños de sus marquillas. Desde diciembre, los paquetes de cigarrillos dejarán los colores y diseños característicos de cada tabacalera para compartir un mismo color, diseñado para ser degradable, y las marcas aparecerán en letras pequeñas debajo de fotografías de secuelas físicas del tabaquismo.
La Corte Suprema australiana rechazó una demanda presentada por las tabacaleras que exigían la nulidad de las nuevas normativas referidas a los paquetes de cigarrillos. Nueva Zelanda, Reino Unido y Canadá ya habían señalado antes de conocer el fallo del tribunal que tal vez copien la normativa de etiquetado aprobada en Australia.
La ley sancionada por el gobierno australiano establece que los paquetes de cigarrillos tendrán un color entre verde y marrón probado por una empresa de marketing que asegura que cualquier persona encuentra desagradable. Además se colocarán grandes y desagradables fotografías que ilustran las consecuencias en el cuerpo humano provocadas por el tabaquismo.
Las campañas antitabaco en Australia no se puede decir que sean sutiles. En Melbourne, en un anuncio de televisión se ve a un joven que suda sangre y lágrimas a la espera del resultado de una prueba de cáncer de pulmón. En un cartel en Sydney se ve a un padre fumador que escupe sangre en un pañuelo. Ahora, el factor de la repugnancia se elevó con las drásticas nuevas disposiciones.
Atrás quedó la imagen del aguerrido cowboy, las ganas de aventura y los confines infinitos que transmitían en su publicidad las marcas de tabaco. Desde hace lustros, la publicidad del tabaco es tabú y el gobierno quiere hacer que la marquilla de apenas diez centímetros sea fea y produzca repugnancia. El nombre de la marca aparecerá abajo y en letras pequeñas.
“Las empresas de tabaco han luchado con todos sus medios contra la uniformidad de las marquillas, lo que pone de manifiesto la importancia del marketing en las marquillas atractivas”, dijo el director de la organización estatal para la investigación de la lucha contra el cáncer (Cancer Council Australia), Ian Olver. “La investigación durante más de 20 años muestra que las marquillas más elegantes atraían sobre todo a gente joven.”
Pero las empresas de tabaco sostienen que nada de eso se pudo demostrar. Y lo que se va a conseguir con disposiciones como la que ahora tiene luz verde en Australia es todo lo contrario, según explicó David Crow, jefe de British American Tobacco (BAT), en uno de sus múltiples mensajes de video sobre este tema. “Si todo tiene el mismo aspecto, entonces empresas como la mía sólo podrán concurrir con el precio. Entonces el tabaco será más barato. Se consumirá más y más niños fumarán”, argumentó.
Pero el gobierno lo ve de otra manera. “Es una victoria para todas las familias que han perdido a alguien por una enfermedad relacionada con el tabaco”, dijo la ministra australiana de Salud, Tanya Plibersek, quien comentó que en su país mueren anualmente unas 15.000 personas por el tabaco.
Por sus bajos índices de fumadores, Australia despierta la envidia de otros países. Sólo el 16 por ciento de los hombres y el 14 por ciento de las mujeres siguen fumando, en comparación con 1983 cuando la tasa superaba más de la mitad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió como “histórica” la decisión de la Justicia australiana y llamó al resto del mundo a imitar esa política sobre el marketing del tabaco. “Con la victoria australiana, la salud pública entra en un nuevo mundo que alienta el control del tabaquismo”, dijo la directora de la OMS, Margaret Chan, al recordar que la norma australiana está en acuerdo con la convención para el control del tabaco de la OMS, que entró en vigor en 2005, y de la que forman parte 170 países. De acuerdo con datos de la OMS, el tabaco causa la muerte de seis millones de personas al año y, si no se interviene al respecto, la cifra llegará a los ocho millones hacia el año 2030. (Página 12)
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