Tras el contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Romero con el virus del ébola y su posterior recuperación, el país se ha conmocionado, y no sin razón pues es una enfermedad cuyo efecto es muy rápido y que ya ha matado a más de cinco mil personas. Pero existe otra enfermedad, como es el tabaquismo, con un efecto más lento pero cuya adicción y consumo tiene enganchados a mil millones de fumadores en todo el mundo, en el que cada año mueren a causa del tabaco seis millones de personas (50.000 en España). Después de ver los protocolos seguidos para evitar el contagio del ébola, yo me pregunto: ¿qué se está haciendo para evitar estas muertes por el consumo de tabaco? Nada, solo el cobro de impuestos y pagar el gasto de hospitalización de los enfermos: el pasado año el Estado recaudó 9.120 millones con un gasto sanitario de 10.143,00 millones, lo que hace que el tabaco no sea rentable.
Es curioso que por accidentes de tráfico el pasado año fallecieron 1.130 personas y la DGT sigue haciendo campañas de prevención, por el ébola han muerto dos personas y se están tomando medidas de control y prevención del riesgo, pero por el tabaquismo, ¿qué medidas se están tomando para concienciar y evitar estas muertes? Son demasiados intereses los que se mueven con el tabaco, y las 50.000 muertes al año no les importan, porque hay muertes de primera, de segunda y de tercera, esta última debe de ser por el tabaco.
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