La Policía Local pone coto a la venta de alcohol, tabaco y drogas a menores
Interpuso 10 denuncias a distintos locales y decomisó 600 botellas y 332 cajetillas, la mayoría de contrabando, en un solo mes
06:30 |
CARLOS GARCÍA - PONTEVEDRA La Policía Local de Pontevedra lanzó el pasado mes de agosto una ofensiva para poner coto al alarmante incremento de las ventas de alcohol y tabaco a menores por parte de distintos establecimientos de la ciudad, así como al consumo de drogas como el hachís en la calle por parte de jóvenes que, en la mayoría de los casos no alcanzan los 18 años de edad. Unas actuaciones que también sacan a la luz un negocio, el del contrabando de tabaco, que parece que vuelve a florecer en la ciudad del Lérez.
La dura actuación de los agentes municipales se desarrolló en tres frentes distintos: Se estrechó el cerco sobre varios locales que supuestamente vendían alcohol y tabaco a menores de edad; se realizaron varias redadas contra pequeños traficantes de hachís y se identificó a numerosos jóvenes que estaban consumiendo este tipo de droga en la vía pública. El resultado es destacable: Diez denuncias interpuestas a locales, 332 paquetes de contrabando incautados, 613 botellas y 20 denuncias administrativas por consumo y tenencia de drogas a jóvenes de los que 11 eran menores. Todo ello en tan sólo un mes. En una de las actuaciones, el pasado 25 de agosto, se identificó a doce jóvenes consumiendo hachís en la calle, de los cuales 10 eran menores y solo tenían entre 14 y 17 años.
En el caso de la lucha contra la venta de alcohol y tabaco a menores arrancó, como en muchas ocasiones, a través de las denuncias verbales planteadas por vecinos y ciudadanos. Las sospechas giraban en torno a una céntrica pastelería y una tienda de golosinas de tal forma que se estableció un dispositivo de información y control para determinar la veracidad de las quejas vecinales. Éste pronto dio sus frutos y el 13 de agosto a las 17 horas los agentes de la Policía Local comprobaron como se vendía a una menor una cajetilla de tabaco de contrabando (de marca Austin) que reconoció haber comprado en el local y que era también habitual comprar el tabaco en cigarrillos sueltos.
Los agentes procedieron al registro del citado local, en donde se intervinieron numerosos paquetes de tabaco en distintos lugares de la tienda, así como varios de ellos abiertos que denotaban la venta de cigarrillos sueltos, por lo que también se formuló denuncia. En total se incautaron 199 paquetes de tabaco, careciendo la mayoría del timbre de Hacienda, excepto los de una marca concreta que se sospecha que pudieran estar falsificados. Un laboratorio analiza ahora estos paquetes para certificar este extremo.
Asimismo, en el interior del local también se localizaron 631 envases de bebidas alcohólicas (la mayoría litronas, pero también 55 botellas de aguardiente y 24 de whisky, coñac, ron y otros licores) que el establecimiento no está autorizado a vender.
En la tienda de golosinas se incautaron otros 119 paquetes de tabaco de contrabando y finalmente se intervino en otro bar en el que se localizaron otros 14 después de que se le vendiera una cajetilla a una menor de 15 años.
La dura actuación de los agentes municipales se desarrolló en tres frentes distintos: Se estrechó el cerco sobre varios locales que supuestamente vendían alcohol y tabaco a menores de edad; se realizaron varias redadas contra pequeños traficantes de hachís y se identificó a numerosos jóvenes que estaban consumiendo este tipo de droga en la vía pública. El resultado es destacable: Diez denuncias interpuestas a locales, 332 paquetes de contrabando incautados, 613 botellas y 20 denuncias administrativas por consumo y tenencia de drogas a jóvenes de los que 11 eran menores. Todo ello en tan sólo un mes. En una de las actuaciones, el pasado 25 de agosto, se identificó a doce jóvenes consumiendo hachís en la calle, de los cuales 10 eran menores y solo tenían entre 14 y 17 años.
En el caso de la lucha contra la venta de alcohol y tabaco a menores arrancó, como en muchas ocasiones, a través de las denuncias verbales planteadas por vecinos y ciudadanos. Las sospechas giraban en torno a una céntrica pastelería y una tienda de golosinas de tal forma que se estableció un dispositivo de información y control para determinar la veracidad de las quejas vecinales. Éste pronto dio sus frutos y el 13 de agosto a las 17 horas los agentes de la Policía Local comprobaron como se vendía a una menor una cajetilla de tabaco de contrabando (de marca Austin) que reconoció haber comprado en el local y que era también habitual comprar el tabaco en cigarrillos sueltos.
Los agentes procedieron al registro del citado local, en donde se intervinieron numerosos paquetes de tabaco en distintos lugares de la tienda, así como varios de ellos abiertos que denotaban la venta de cigarrillos sueltos, por lo que también se formuló denuncia. En total se incautaron 199 paquetes de tabaco, careciendo la mayoría del timbre de Hacienda, excepto los de una marca concreta que se sospecha que pudieran estar falsificados. Un laboratorio analiza ahora estos paquetes para certificar este extremo.
Asimismo, en el interior del local también se localizaron 631 envases de bebidas alcohólicas (la mayoría litronas, pero también 55 botellas de aguardiente y 24 de whisky, coñac, ron y otros licores) que el establecimiento no está autorizado a vender.
En la tienda de golosinas se incautaron otros 119 paquetes de tabaco de contrabando y finalmente se intervino en otro bar en el que se localizaron otros 14 después de que se le vendiera una cajetilla a una menor de 15 años.
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