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jueves, 1 de septiembre de 2011

Analítica.com, 31 de agosto de 2011


El cigarrillo de segunda y tercera mano puede matar a los niños

abcdelbebe.com

Miércoles, 31 de agosto de 2011

Muerte súbita, pérdida auditiva y hasta cáncer son algunas de las consecuencias de este hábito

Antes de entrar a su casa y abrazar a su hijo, usted decide fumarse el último cigarrillo que queda en su cajetilla. Uno, dos, tres y varios más soplos. Termina. La colilla cae a la caneca de la basura. Así que ya cree que es hora de entrar a abrazar a ese ser que lo emociona con sus travesuras. Se encuentran y, sin usted darse cuenta, su hijo está recibiendo esas partículas del humo del cigarrillo que quedaron impregnadas en su cuerpo.
Por este hecho, resulta evidente que su hijo puede ingresar a la lista del total de niños en el mundo que mueren por recibir humo de cigarrillo de segunda y tercera mano: cerca de 700 millones de menores en el mundo están expuestos a esto todos los años, el 40 por ciento de ellos en sus propios hogares, según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), con sede en Chicago.
El de segunda mano es, sencillamente, el humo y los contaminantes que se reciben de una persona que fuma incluso a 100 metros, es decir, a una cuadra de donde usted se encuentra, según un estudio de la Secretaría de Salud de Bogotá.
Luis Jorge Hernández, epidemiólogo de este ente administrativo y doctor en salud pública, señala que ser fumador pasivo es igual o peor que serlo activo. “Quien está fumando está exhalando el mismo número de contaminantes que inhala, por lo que la persona que recibe este humo está igual de expuesta. Además, si es inmunológicamente más vulnerable, puede sufrir más consecuencias que el fumador”, explica Hernández.
Por su parte, Élida Dueñas, neumóloga pediatra, explica que el humo de segunda y tercera mano se transmite por medio de las partículas que sueltan los cigarrillos, ya que estas se impregnan en el pelo, la ropa, uñas y otras superficies, y además permanecen por años en estos lugares. Por lo tanto, es muy fácil que a un menor o a cualquier otra persona que inhale ese aire contaminado le queden adheridas esas sustancias en su garganta, en sus pulmones o en la piel. Pero no es solo eso. Según la Organización Mundial de la Salud, en el humo del cigarrillo hay unos 4 mil productos químicos conocidos, de los cuales más de 50 producen cáncer.
Un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Estados Unidos, relacionó el humo de segunda mano con trastornos de aprendizaje y conducta, porque ciertos químicos perturban el cerebro del desarrollo de los niños.
La investigación arrojó que de un total de 55 mil niños estadounidenses menores de 12 años, un 6 por ciento tenía más probabilidad de sufrir trastorno por déficit de atención con hiperactividad, comparado con los menores de hogares sin fumadores.
En Bogotá, según el especialista Hernández, de 600 niños evaluados, se evidenció que 240 presentaban síntomas respiratorios como tos nocturna y tos con gripa, por cuenta del humo de segunda y tercera mano.
Bebés, más vulnerables
En un estudio que vienen realizando la Secretaría de Salud de Bogotá y los hospitales del Sur y Fontibón, se ha evidenciado en la ciudad una proporción alta de exposición al humo de cigarrillo por parte de niños menores de 5 años, la cual puede oscilar entre el 30 y 38 por ciento; es decir, 35 de cada 100 niños pueden estar expuestos a humo de segunda y tercera mano.
No obstante, los recién nacidos están más propensos a sufrir graves daños. Existen evidencias médicas, por ejemplo, de que los niños que respiran este humo son más propensos a las enfermedades respiratorias, tos, flemas y ruidos en el pecho.
Por lo tanto, los adultos fumadores no deben ni convivir ni estar cerca de un bebé o un niño, ya que le ocasionará problemas médicos; algunos llegan a ser irreparables.
La especialista Dueñas afirma que algunas de sus consecuencias podrían ser: deterioro en el desarrollo auditivo y cognitivo; problemas de conducta y concentración, asmas.
Los problemas no solo afectan a los bebés. Según Dueñas, existe evidencia de que el bebé en el vientre también se afecta si la mamá fuma o recibe humo de segunda mano.
“Desde la preconcepción puede haber un efecto directo. Las madres que lo hagan pueden ocasionar parto pretérmino, embarazo ectópico y placenta previa, además de aumento en el riesgo de síndrome de muerte súbita infantil, disminución en el desarrollo físico y bajo peso al nacer”.
Catalina Vásquez Sagra, presidenta de la Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica, afirma que los niveles de nicotina y alquitrán son tres veces más altos que en el humo exhalado por los fumadores directamente, y la concentración de monóxido de carbono es cinco veces mayor.
Por lo tanto, varias entidades en el mundo tienen campañas enfocadas a prevenir el consumo del cigarrillo. Es el caso de la Liga Colombiana contra el Cáncer. Guillermo Martínez, coordinador de educación de ésta, afirma que solo se puede evitar que los niños caigan en estos peligros si los padres toman conciencia de la amenaza que traen a la vida de sus hijos.
“La primera recomendación que nosotros damos es que ningún adulto fume delante de un menor, ya que su organismo es tan delgado que puede afectarse fácilmente. Además, porque el pequeño pensará que si lo hace el adulto, él también lo puede hacer”.
Fumar no es asunto de niños. Como tampoco debería ser de los adultos.
Consecuencias
Enfermedades del tracto respiratorio inferior
• Síntomas respiratorios crónicos
• Enfermedades del oído medio y disminución en la función pulmonar
• Más propensos a asma, neumonías, infecciones respiratorias y otitis
• Más riesgo de muerte que los niños que no están expuestos al humo de cigarrillo
Prueba de humo
No solo el humo del cigarrillo de su vecino afectará la salud suya y la de los niños. El de los restaurantes, edificios, parques, guarderías e incluso centros deportivos molestan de igual manera. Comprenda que los adultos son responsables de los menores, y por lo tanto en Colombia se deberían seguir los pasos de los papás estadounidenses, quienes están de acuerdo con que a los infantes se les haga la prueba de la exposición al humo de tabaco durante las visitas pediátricas.
Eso de verdad evitaría que tantos niños, de manera involuntaria, respiren ese humo que mata.
¿Permitiría que a usted le hicieran esta prueba?

Fuente: abcdelbebe.com

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