Aunque solo el 18 por ciento de los colombianos consume tabaco, según un informe de Corporate Accountabiluty Internacional, ONG con reconocimiento la OMS, llama la atención que desde los 12 años las personas se inician en el consumo de este producto en Colombia. Igualmente, resalta el hecho de que los jóvenes de entre 16 y 18 años de edad son quienes más fuman (22 por ciento del total de fumadores), agrega un informe de Corporate Accountabiluty International.
“Los jóvenes son la población de relevo de aquellos a quienes mata el tabaquismo, por eso, sus campañas van dirigidas a ellos”, asegura Francisco Dorado Mazorra, director de Corporate Accountability International para Latinoamérica.
"Estas cifras y el número de muertes se podrían disminuir y evitar si el precio de los cigarrillos y de todos los productos relacionados con el tabaco fuera más alto, esto desincentivaría la compra de los mismos”, señala Raúl Hernando Murillo, director general del Instituto Nacional de Cancerología -ESE Colombia.
Dorado Mazorra informa que en los últimos años los impuestos al tabaco han disminuido notablemente, asimismo, asegura que esto ha minimizado el precio final de los derivados del tabaco, facilitando y promoviendo la adquisición de éstos por parte de los jóvenes y los niños.
“El aumento de los impuestos para incrementar el precio final de los productos de tabaco es la manera más efectiva para reducir el consumo y motivar a los fumadores a abandonar su adicción. Las cargas impositivas más altas son especialmente efectivas en países de medianos y bajos ingresos como Colombia pues se ha comprobado que se reduce el consumo y evita que niños, niñas y adolescentes empiecen a fumar”, afirma la OMS.
Conforme a cifras del Ministerio de Salud colombiano, en 2012 se recaudaron 400 mil millones de pesos por concepto de impuestos al tabaco, lo cual contrasta con los 4,23 billones de pesos que al sistema de salud nacional le costó la atención médica por los afectados en la salud de los fumadores.
A las peticiones de organismo internacionales para que los productos derivados del tabaco se incrementen, el Estado ha dispuesto desde 2009 con la Ley 1335, conocida como 'Ley contra el tabaco', y la cual prohíbe la venta de estos productos a menores de edad, adicionalmente se impide toda forma de promoción y se garantizan espacios libres de humo.
A pesar de la normatividad, para el Instituto Nacional de Cancerología, ninguna de estas tres normas se están cumpliendo en el país, ya que las cifras demuestran que se está empezando a consumir tabaco desde temprana edad y la población que más consume estos productos sigue siendo la de menores de edad.
“En muchas tiendas de barrio y en el comercio informal se exhibe propaganda alusiva a estos productos y en muchos lugares no se respetan los espacios libres de humo”, afirmo el director de la ONG.
Otro de los problemas asociado al consumo de cigarrillo, es el contrabando. La Policía Fiscal y Aduanera informó que el contrabando de cigarrillos es un tema difícil de controlar, ya que deja un porcentaje de ganancia a los delincuentes del 300 por ciento, lo que lo hace notablemente lucrativo.
“Una cajetilla ilegal cuesta entre 800 y 1.100 pesos, en el mercado este paquete oscila entre 2 mil y 2.800 pesos, e ingresarlo al país le vale al contrabandista alrededor de 200 o 300 pesos”, informó el mayor Jorge Villamil, jefe de verificación de la Institución.
Por último, el oficial manifestó que si el Gobierno decide subir los impuestos al consumo de tabaco se disparará automáticamente el contrabando. En ese sentido, concluyó que las autoridades también podrán poner en marcha planes para controlar este fenómeno.
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