Pero, ¿cómo afecta a tu melena? Si nos centramos a nivel interno, el tabaco contiene nicotina, radicales libres y sustancias tóxicas que se forman durante su combustión. Este cóctel que afecta a la circulación de la sangre, disminuye el aporte sanguíneo a las raíces del pelo y esto tiene un efecto indirecto sobre el crecimiento capilar. Es como si tienes una planta pero no la riegas adecuadamente… ¡dejará de crecer! “Estas alteraciones en la microcirculación sanguínea, la disminución de la irrigación a nivel del cuero cabelludo, favorecerán o aumentarán la calvicie en aquellas personas con esta tendencia”, asegura el Doctor Carlos Velasco, Director Médico de Svenson.
Además, otros compuestos hacen que se disminuya el aporte de oxígeno a los tejidos al desplazarlo de los glóbulos rojos. El Dr. Delgado asegura que esto implica que los niveles de vitamina A disminuyan, favoreciendo que la dermis se colapse y alterando la cantidad de colágeno y elastina. A nivel externo, las sustancias tóxicas inhaladas también pueden acumularse en el cabello y modificar ligeramente sus características físicas, dice el Doctor Delgado. ¿Un ejemplo? El humo de tabaco puede llegar a amarillear la hebra capilar.
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