Son, junto al llamado ?efecto yo-yo' (adelgazar y engordar de golpe), los principales factores del envejecimiento cutáneo. Opiniones.
Edición Impresa: domingo, 06 de enero de 2013
Ángeles L. Acosta - aacosta@losandes.com.ar
Cuando hablamos del cuidado de la piel, y de las consideraciones que hay que tener en cuenta en ese sentido, siempre pensamos -principalmente- en lo perjudicial que resulta tomar sol en exceso y, como agravante, en horarios inadecuados. Pero hay otros dos factores que también afectan mucho y que, junto al sol, conforman lo que los especialistas engloban como "los tres peores enemigos de la piel". Estos son el consumo de tabaco y el conocido como "efecto yo-yo", es decir el hecho de adelgazar y engordar muchos kilos en poco tiempo y en períodos de tiempo seguidos.
Así, los médicos indican que estas tres, consideradas las mayores causas de envejecimiento cutáneo, son evitables. "Cuando pasan los años, aquellos cuidados que hemos tenido en cuenta rinden sus beneficios. La herencia familiar influye en cómo envejecerá nuestra piel pero no es tan determinante como se cree. Hay factores que inciden de manera muy negativa sobre la calidad y la salud de la piel, agrediéndola directamente. Los efectos que causan son a corto y a largo plazo; en algunos casos se vuelven problemas graves, pero todos ellos pueden prevenirse", explica desde Buenos Aires Rolando Pisanu, especialista en Cirugía Plástica y Reparadora.
En detalle
Decíamos entonces que el sol, el cigarrillo y el efecto yo-yo son los tres factores más negativos para la piel. Respecto al primero, la causa elemental reside en que los rayos solares provocan el denominado fotoenvejecimiento. Aquí, la protección adecuada es imprescindible, sobre todo en época veraniega y si se realizan actividades al aire libre. Quienes más riesgo tienen de acelerar el envejecimiento de su piel por tomar sol son las personas de cutis más claro y fino: con el paso de los años toma aspecto apergaminado y se van marcando surcos en las líneas de expresión.
"También el sol causa queratosis (que son lesiones pigmentadas) y crecimientos anormales de células que pueden malignizarse. El daño causado por el exceso de sol en la piel suele ser irreversible. Cuanto más blanca es la piel menos sol debería recibir porque la idea de que el bronceado es saludable es sólo cuestión de moda", asegura Pisanu.
Por su parte, el dermatólogo Juan Carlos Butterfield, del Hospital del Carmen, explica respecto al tabaco: "Es un factor cancerígeno y lo que hace es deshidratar la piel. Se puede observar una marcada diferencia entre un paciente que fuma y otro que no. El primero, por lo general, tiene surcos, arrugas y su piel se percibe más gris y pálida. Así, un fumador de 40 años parece una persona de 60. Otros dos cánceres que produce el consumo de tabaco son el carcinoma espinocelular y el carcinoma vasocelular".
En el mismo sentido, Pisanu señala que las arrugas de los fumadores son distintas, más estrechas, profundas y con contornos bien marcados. Describe: "La persona presenta una piel rugosa y un tanto grisácea. Los labios y los ojos están rodeados de arrugas finas, líneas profundas y superficiales en las mejillas y las mandíbulas. Todos estos cambios causados por el humo del tabaco suelen manifestarse a partir de los 35 años y son directamente proporcionales al grado de consumo".
Por último, en lo que tiene que ver con bajar y subir mucho de peso en un corto transcurso de meses, se explica porque las fibras elásticas que componen la epidermis se estiran, llegando incluso, a romperse y, para peor, no pueden volver fácilmente a su posición normal. "Muchas veces son necesarias varias intervenciones quirúrgicas -que se van haciendo en etapas- para recuperar la forma corporal de alguien que ha adelgazado muchos kilos debido, por ejemplo, a una cirugía bariátrica. Pero sin llegar a esos casos más extremos, subir y bajar de peso frecuentemente causa un aumento de la flaccidez, con lo que el contorno de la cara cae y da aspecto de mayor edad", concluye el médico cirujano.
Tomado de:
http://www.losandes.com.ar/notas/2013/1/6/tabaco-enemigos-piel-joven-689544.asp
Edición Impresa: domingo, 06 de enero de 2013
Ángeles L. Acosta - aacosta@losandes.com.ar
Cuando hablamos del cuidado de la piel, y de las consideraciones que hay que tener en cuenta en ese sentido, siempre pensamos -principalmente- en lo perjudicial que resulta tomar sol en exceso y, como agravante, en horarios inadecuados. Pero hay otros dos factores que también afectan mucho y que, junto al sol, conforman lo que los especialistas engloban como "los tres peores enemigos de la piel". Estos son el consumo de tabaco y el conocido como "efecto yo-yo", es decir el hecho de adelgazar y engordar muchos kilos en poco tiempo y en períodos de tiempo seguidos.
Así, los médicos indican que estas tres, consideradas las mayores causas de envejecimiento cutáneo, son evitables. "Cuando pasan los años, aquellos cuidados que hemos tenido en cuenta rinden sus beneficios. La herencia familiar influye en cómo envejecerá nuestra piel pero no es tan determinante como se cree. Hay factores que inciden de manera muy negativa sobre la calidad y la salud de la piel, agrediéndola directamente. Los efectos que causan son a corto y a largo plazo; en algunos casos se vuelven problemas graves, pero todos ellos pueden prevenirse", explica desde Buenos Aires Rolando Pisanu, especialista en Cirugía Plástica y Reparadora.
En detalle
Decíamos entonces que el sol, el cigarrillo y el efecto yo-yo son los tres factores más negativos para la piel. Respecto al primero, la causa elemental reside en que los rayos solares provocan el denominado fotoenvejecimiento. Aquí, la protección adecuada es imprescindible, sobre todo en época veraniega y si se realizan actividades al aire libre. Quienes más riesgo tienen de acelerar el envejecimiento de su piel por tomar sol son las personas de cutis más claro y fino: con el paso de los años toma aspecto apergaminado y se van marcando surcos en las líneas de expresión.
"También el sol causa queratosis (que son lesiones pigmentadas) y crecimientos anormales de células que pueden malignizarse. El daño causado por el exceso de sol en la piel suele ser irreversible. Cuanto más blanca es la piel menos sol debería recibir porque la idea de que el bronceado es saludable es sólo cuestión de moda", asegura Pisanu.
Por su parte, el dermatólogo Juan Carlos Butterfield, del Hospital del Carmen, explica respecto al tabaco: "Es un factor cancerígeno y lo que hace es deshidratar la piel. Se puede observar una marcada diferencia entre un paciente que fuma y otro que no. El primero, por lo general, tiene surcos, arrugas y su piel se percibe más gris y pálida. Así, un fumador de 40 años parece una persona de 60. Otros dos cánceres que produce el consumo de tabaco son el carcinoma espinocelular y el carcinoma vasocelular".
En el mismo sentido, Pisanu señala que las arrugas de los fumadores son distintas, más estrechas, profundas y con contornos bien marcados. Describe: "La persona presenta una piel rugosa y un tanto grisácea. Los labios y los ojos están rodeados de arrugas finas, líneas profundas y superficiales en las mejillas y las mandíbulas. Todos estos cambios causados por el humo del tabaco suelen manifestarse a partir de los 35 años y son directamente proporcionales al grado de consumo".
Por último, en lo que tiene que ver con bajar y subir mucho de peso en un corto transcurso de meses, se explica porque las fibras elásticas que componen la epidermis se estiran, llegando incluso, a romperse y, para peor, no pueden volver fácilmente a su posición normal. "Muchas veces son necesarias varias intervenciones quirúrgicas -que se van haciendo en etapas- para recuperar la forma corporal de alguien que ha adelgazado muchos kilos debido, por ejemplo, a una cirugía bariátrica. Pero sin llegar a esos casos más extremos, subir y bajar de peso frecuentemente causa un aumento de la flaccidez, con lo que el contorno de la cara cae y da aspecto de mayor edad", concluye el médico cirujano.
Tomado de:
http://www.losandes.com.ar/notas/2013/1/6/tabaco-enemigos-piel-joven-689544.asp
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