La legalidad no se cumple en más del 90% de las máquinas de tabaco de Vila-real
La mayoría de bares desconoce que la instalación ha de cumplir con requisitos como mostrar la licencia. Así lo concluye un estudio de la Unidad de Control y Consumo de la Policía, que busca atajar esta práctica
ÀNGELA AGULLEIRO 16/07/2012
El 90% de las máquinas expendedoras de venta de tabaco con recargo que hay en Vila-real no cuentan con la autorización obligatoria o esta no cumple los requisitos legales exigibles. Este es el resultado de una campaña de inspección para este tipo de aparatos realizada recientemente por la Unidad de Control de Establecimientos y Consumo (Uceco), que se ha propuesto atajar este problema generalizado.
“La mayoría de bares vila-realenses no conocen --o dicen no saber-- que estas instalaciones deben tener el visto bueno del Comisionado para el Mercado de Tabaco y que solo pueden comprar las cajetillas al estanco que se le asigne, que debe estar entre los tres más cercanos al establecimiento hostelero”, afirma el agente de la Uceco Alfonso Monfort, quien añade que, además, los restaurantes tienen que colgar la licencia en la máquina, donde se especifica el número de autorización y cuál es el proveedor.
Si no se cumple la normativa a rajatabla llegan las sanciones. Así, los estancos que incumplan la normativa y actúen como distribuidores en locales para los que no tengan permiso tienen que hacer frente a multas muy altas, que van desde los 12.000 hasta los 120.000 euros. En el caso de Vila-real, sí que ha habido sanciones, aunque el pronto pago las reduce hasta los 9.000 euros. No ocurre lo mismo con las penalizaciones a bares, que llegan a 500 euros.
Además, aunque algunas empresas de vending fraudulentas alienten a los estanqueros a vender los paquetes por debajo de lo estipulado, desde la Uceco advierten de que el precio está cerrado y marcado por el Comisionado. Asimismo, han detectado que cada vez hay más mercantiles que aprovechan la picaresca.
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