La UE quiere hacer menos
atractivas las cajetillas de tabaco
La Comisión Europea (CE) se prepara para revisar la directiva de 2001 sobre los productos de tabaco y, espera presentar en los próximos meses un borrador en el que quiere incluir nuevas propuestas sobre un empaquetado genérico para todo el territorio comunitario. Las tabacaleras critican esta medida porque afecta a su propiedad intelectual y los estanqueros creen que el contrabando de tabaco se verá aumentado.
Imitando el modelo australiano en donde las cajetillas de tabaco, a partir del próximo 1 de diciembre, serán todas de un color verde oliva con una tipografía idéntica, sin logotipos y con grandes fotografías que mostrarán los efectos más nocivos del tabaco, la Comisión Europea pretende algo similar, con el fin último de hacer este hábito menos deseable para los consumidores y los futuros consumidores, especialmente para los jóvenes. Las tabacaleras, por su parte, alegan que no hay evidencias científicas que demuestren que al tener un empaquetado similar el consumo se reduzca y, en Australia cuatro de estas empresas han demandado al Gobierno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 650.000 personas muertas cada año en la UE a causa del tabaco y en otros 13 millones que sufren problemas de salud relacionados con él, por eso, el comisario de Sanidad europeo, John Dalli, ha advertido que en la lucha contra el tabaco todo es poco por lo que cualquier medida será buena. La propuesta de Bruselas, al igual que la nueva ley de Australia, adopta las normas del Artículo 11 del Convenio Marco para el Control del Tabaco, que está impulsado por la OMS y firmado por 172 países.
Este convenio prohíbe el uso de logotipos, imágenes o colores promocionales pero, permite el mantenimiento del nombre comercial en un pequeño espacio, por lo que en teoría, no se violaría el derecho al uso de la marca, como sí dicen que sucede las tabacaleras Philip Morris, British American, Imperial Tobacco y Japan que han usado los argumentos de atentado contra la propiedad intelectual para su demanda contra Australia.
Las tabacaleras argumentan que esta restricción es una expropiación encubierta, “el envasado sin identificación externa nos impide diferenciarnos de la competencia y diluye el valor de nuestras marcas, lo que supone una clara violación de la propiedad intelectual”, ha dicho un portavoz de Altadis, filial española de Imperial Tobacco. Por otra parte, existe el problema de que la efectividad del empaquetado genérico no está demostrada científicamente ya que no hay antecedentes.
El comisario de Sanidad también ha apostado por restringir la venta de cigarrillos de sabores (mentolados, vainilla y fresa) a los jóvenes ya que son muy populares entre este sector y son igual de nocivos. Por su parte, los estanqueros creen que esta medida facilitará la falsificación de las marcas y que, además, favorecerá las importaciones paralelas de países de fuera de la UE, lo que hará más atractivo el producto de contrabando que tiene el peligro de no pasar por ningún control sanitario.
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