El debate sobre el uso del cigarrillo electrónico no ha hecho más que comenzar, ya que defensores y detractores cada día sacan más argumentos a favor o en contra del mismo. En este caso, investigadores del VA San Diego Healthcare System (VASDHS) y la Universidad de California, San Diego (UCSD) han probado los efectos del vapor de estos dispositivos en el 'Staphylococcus aureus' resistente a la meticilina (SARM) vivo y las células epiteliales humanas.
El SARM comúnmente coloniza el epitelio de la nasofaringe, donde las bacterias y las células epiteliales están expuestas constantemente a sustancias inhaladas como el vapor del cigarrillo electrónico y el humo del cigarrillo. "La virulencia del SARM se incrementa por el vapor de los dispositivos electrónicos", según afirma Laura E. Crotty Alexander, investigadora principal y profesora asistente de Medicina en Atención Pulmonar y Crítica de la UCSD. La exposición al vapor aumenta la virulencia de las bacterias, ayudando al SARM a escapar de la muerte a manos de péptidos antimicrobianos y macrófagos.
Sin embargo, el vapor no hizo a las bacterias tan agresivas como la exposición al humo del cigarrillo tradicional que se detectó en estudios paralelos que su grupo realizó. Los investigadores analizaron cinco factores que contribuyen a la virulencia del SARM, como la tasa de crecimiento, la susceptibilidad a las especies reactivas del oxígeno (ROS), la carga superficial, la hidrofobicidad o la formación de biopelículas.
En concreto, el vapor de los cigarrillos electrónicos condujo a alteraciones en la carga de la superficie y la formación de biopelículas, lo que ofrece mayor resistencia a la destrucción por las células humanas y los antibióticos. "Una posible contribución al aumento de la virulencia de SARM fue el rápido cambio del pH inducido por el vapor, puesto que su exposición cambia el pH de 7,4 hasta 8,4, generando un ambiente muy alcalótico tanto para las células bacterianas como de mamíferos", explicaba Crotty Alexander.
Según el estudio, esta alcalosis alerta a las células dándoles una señal de peligro, lo que lleva a la activación de mecanismos de defensa, de forma que las bacterias cargan su superficie de manera más positiva, evitando la unión de los péptidos antimicrobianos letales producidos por las células inmunes innatas humanas. Las bacterias también forman biofilms más gruesos, lo que eleva su rigidez y hace al SARM menos vulnerable a los ataques. Estos cambios son los que hacen a la bacteria más virulenta, aunque cuando está expuesta al humo de cigarrillo normal su virulencia es aún mayor.
Los investigadores han venido a decir que mientras el vapor del cigarrillo electrónico está aumentando la virulencia bacteriana, también está disminuyendo la capacidad de las células epiteliales humanas para matar patógenos.
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