La mayoría de los niños, entre los 7 y los 17 años, que trabajan en condiciones riesgosas para su salud en fincas de tabaco en Estados Unidos son latinos o descendientes de inmigrantes latinos, especialmente mexicanos y centroamericanos.
Así lo reconoció a crhoy.com Margaret Wurth, de Human Rights Watch (HRW), una de las responsables del reporte que esta organización internacional emitió el miércoles con el título de “Los niños ocultos del tabaco: labores infantiles peligrosas en los campos estadounidense de tabaco”.
HRW encontró menores de edad trabajando en fincas de tabaco en cuatro de estados (Carolina del Norte, Kentucky, Tennessee y Virginia) donde se cultiva y cosecha el 90% del tabaco en Estados Unidos.
Fueron entrevistados 141 menores de edades que van desde los 7 hasta los 17 años. La media del grupo es de 13 años.
Wurth dijo que uno de los hallazgos más sorprendentes para los investigadores es que la mayoría de pequeños eran inmigrantes o hijos e hijas de inmigrantes latinoamericanos.
Ellos están expuestos a una serie de riesgos producidos por la nicotina, y han reportado vómito, náuseas, dolores de cabeza y mareos mientras trabajan en los cultivos de la planta.
La organización añade otro tema preocupante: los niños entrevistados dijeron trabajar largas jornadas semanales, sin pagos extras y en muchas ocasiones bajo un sol extremo sin ninguna protección.
Human Rights Watch agrega que los menores enfrentan otros riesgos: trabajan con herramientas y maquinaria peligrosas, levantan cargas pesadas y suben varios pisos sin protección con el fin de colgar tabaco en graneros especiales.
Los menores también reportan que los tractores esparcen pesticidas en campos cercanos y ellos no tienen cómo protegerse de ellos. Incluso, muchas veces los pesticidas caen sobre ellos, lo cual les provoca el vómito, mareos y tienen dificultades para respirar y hasta sienten que se les queman los ojos.
Wurth fue enfática en afirmar que la responsabilidad de velar por estos niños no solo le compete al Gobierno y a las empresas tabacaleras, aunque estás no tengan las fincas, pero sí les compran el tabaco a terceros.
También debe haber una responsabilidad de los consumidores: “Estos deben cuestionar a las empresas qué están haciendo con respecto al trabajo infantil”, aseguró desde Nueva York, sede de HRW.
Reacción en Costa Rica
Leopoldo Sanz, director de Asuntos Corporativos de Tabacalera Costarricense, empresa afiliada a Philip Morris International (PMI) aseguró a este medio, por medio de un correo electrónico, que los “cigarros manufacturados en Costa Rica no contienen ningún tabaco cultivado en Estados Unidos”.
Asimismo, agregó que su representada “ha desarrollado la más detallada y protectora gama de políticas y procedimientos relacionados con el trabajo infantil y otros temas que se implementan en la cadena global de suministros (…) Estamos alcanzando a cerca de medio millón de finqueros en todo el mundo mediante el entrenamiento, monitoreo y, más importante, apoyándolos para que adopten mejores y más seguras prácticas en las fincas de tabaco”.
Por su parte, Jessy Chacón, gerenta de Asuntos Corporativos de British American Tobacco (BATCCA), indicó: “Apoyamos el artículo 32 de la Convención de las Naciones Unidades sobre los Derechos del Niño”, de 1989 lo cual significa que estamos a favor de la eliminación del trabajo infantil en las plantaciones de tabaco”.
Añadió que British American Tobacco “no cultiva tabaco ni posee plantaciones, sin embargo, mantenemos un control estricto de nuestros proveedores para garantizar que ellos no utilizan mano de obra infantil”. Acotó que su representada también vela por las condiciones de los productores y sus familias.
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