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viernes, 11 de abril de 2014

losandes.com.ar – 9 de abril de 2014 2014 – Argentina

¡Respirá limpio!

Lo que solemos naturalizar como “ambiente normal”, en cuanto a la salud respiratoria de órganos como los pulmones, dista mucho de ser “ideal” para mantenerlos limpios y saludables. Basta con pensar en lo más nocivo, como el tabaco, pero también en la polución ambiental, los lugares con limpieza deficiente, y el smog, entre otros aspectos.

El pulmón es un órgano diferente a la mayoría de los otros órganos del cuerpo. Está formado por delicados tejidos que están en contacto directo con el medio ambiente, a través del aire que inspiramos por la vía aérea.

Cualquier elemento que se inspire (humo de cigarrillo u de otros carburantes, gérmenes, productos químicos, etc.) puede afectarlos y causar daño; tanto a la vía aérea como al parénquima pulmonar.

Hay que entender que si bien el cuerpo posee un sistema de defensas diseñado para proteger el pulmón (el cual funciona muy bien la mayoría del tiempo) frecuentemente puede ser sobrepasado.

¿Cómo disminuir riesgos?

Para bajar la posibilidad de riesgo de daño pulmonar, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) recomienda varios aspectos a tener en cuenta:

1.No fumar. El humo de cigarrillo es la mayor causa de enfermedad pulmonar, fundamentalmente de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y de cáncer de pulmón. Puede producir inflamación y daño en la vía aérea, estrechando los bronquios y dificultando la respiración. Además también daña el tejido pulmonar, destruyéndolo y causando enfisema. Con el tiempo, en algunos casos, puede desencadenar cambios severos que lleven a un crecimiento celular anómalo (cáncer).

2. Evitar ser un fumador pasivo: El humo de cigarrillo de otros fumadores es tan dañino como si fumara el mismo sujeto. Por ello debe evitarse que las personas fumen en su casa, en el trabajo y en los automóviles.

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