Roberto Gomez Bolaños se encontraba grave de salud pero estable y sus últimos meses estuvieron llenos de recaídas que poco a poco fueron acabando con sus energías. Chespirito empezó a padecer de enfisema pulmonar hace algunos años debido al habito de fumar que mantuvo durante gran parte de su vida.
El humo del cigarrillo daña las paredes pulmonares y alvéolos. El fenómeno provoca que los pequeños conductos alveolares pierdan elasticidad y se agranden de manera progresiva. La poca elasticidad hace que no se vacíen por completo durante el proceso de la respiración por lo que provoca una respiración agitada. Entonces, el aire atrapado y el daño alveolar interfieren en el intercambio normal de oxígeno y dióxido de carbono, condición conocida como enfisema pulmonar, un tipo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
El efisema causa incapacidad física al grado de que una persona puede estar conectada la mayor parte del tiempo a un tanque de oxígeno, como tristemente le ocurrió a “Chespirito”.
Aunque Roberto Gómez Bolaños ya había dejado el hábito a los 65 años, ya sus pulmones no funcionaban de manera correcta.
“Dejar el cigarrillo ha sido uno de los grandes logros en mi vida” dijo en una oportunidad durante una entrevista. Una decisión que tal vez alargó su vida por 10 años.
EL AGRAVANTE
A los 83 años, “Chakespeare” tuvo que ser operado de la próstasta. Dicha operación debilitó sus muslos y por ende solo se transportaba en silla de ruedas.
En sus últimos días ya no se levantaba de la cama y aunque logró mantenerse estable con su humor particular, el pequeño Shakespeare falleció el 28 de noviembre de 2014.´
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