Inconsistencias del Gobierno frente a tabaquismo afectan trámite de proyectos de Ley, dicen expertos
El hundimiento, en los últimos años, de decenas de iniciativas similares justifica el hecho de que el tema siga mirándose con escepticismo.
Esto pese a que en el Congreso cursan dos proyectos para controlar el consumo de cigarrillo en el país, que están a punto de convertirse en ley.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, los 18 proyectos presentados a esta corporación entre 1993 y 1997 fueron archivados en distintas etapas. "En ellos -se lee en las conclusiones de un análisis hecho por la entidad- se observa poco interés por parte del Congreso para aprobar una legislación al respecto".
Tal desinterés es palpable aun cuando en todo el mundo ganan terreno las legislaciones que buscan ponerle freno a la llamada epidemia de tabaquismo, "la principal causa evitable de muerte en el planeta", según la Organización Mundial de la Salud.
Jorge Morales, miembro de la Comisión VII de la Cámara de Representantes -que la semana pasada aprobó un proyecto de ley que elimina los espacios ciento por ciento libres de humo creados hace un año- asegura que la causa puede hallarse en la falta de coherencia del Gobierno frente al tema.
Por un lado -asegura Morales-, el Ministerio de la Protección pide tímidamente que se restrinja el consumo de cigarrillo para proteger la salud, pero por otro la Dian no hace nada para controlar el contrabando de tabaco, el Sena capacita en el cultivo de este producto, el Ministerio de Cultura defiende el patrocinio que las tabacaleras hacen de sus eventos, el de Agricultura fomenta estos cultivos (a grado tal que en el TLC se compromete a exportar 5.000 toneladas de ese producto) y el Presidente Uribe asiste a la inauguración de plantas tabacaleras, para fomentar la inversión extranjera, "lo curioso es que al final los congresistas resultamos señalados como los malos del paseo".
Beatriz Londoño, miembro de la Coalición Antitabaco, admite que esa inconsistencia del Gobierno frente al tema acaba beneficiando a las tabacaleras, que sí se toman el tiempo de defender en el Congreso sus intereses particulares, y a los congresistas que no están interesados en que salgan adelante legislaciones más duras.
Londoño sostiene que los países que sí han tenido éxito en la generación de legislaciones antitabaco se han originado en proyectos de ley presentados y gestionados por los gobiernos, "en Colombia tal interés no es claro", dice.
Basadas en ese argumento, otras voces ven con pesimismo la posibilidad de que Colombia cuente con una ley antitabaco coherente con los compromisos adquiridos por el país tras adherir al Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud.
Nocivo para la salud
Además, en Colombia cada año cerca de 25.000 personas fallecen por causas asociadas al consumo de cigarrillo y se estima que el 27 por ciento de los hombres y el 11 por ciento de las mujeres fuman, lo mismo que tres de cada diez escolares bogotanos, entre los 13 y los 15 años. Los gastos anuales del sistema de salud en la atención de estas enfermedades ascienden a 2,2 billones de pesos.
Dos proyectos y objetivos distintos
En el Congreso de la República cursan dos proyectos sobre control del tabaco. El primero, cuya ponente es la senadora Dilian Francisca Toro, pasó en plenaria de Cámara y fue aprobado el martes pasado en primer debate de la Comisión VII del Senado. Esta pendiente de la plenaria de Senado.
Propone, entre otras cosas, mantener espacios ciento por ciento libres de humo e incluye sanciones para fumadores y establecimientos que incumplan la norma; prohíbe la venta menudeada de cigarrillos y toda forma de publicidad de tabaco, incluido el patrocinio de eventos deportivos y culturales.
El segundo proyecto, de autoría del senador José David Name, busca darle fuerza de ley al contenido de la resolución 1956, mediante la cual se crearon los espacios libres de humo en Colombia hace un año. Fue aprobada por la plenaria del Senado.
Durante su primer debate en Cámara, el martes de la semana pasada, le fueron incluidos dos párrafos que permiten crear espacios para fumadores en sitios cerrados, le da tratamiento de derecho constitucional al acto de fumar y promueve la publicidad de todas las marcas de cigarrillos, nacionales e internacionales, en los sitios de venta y consumo de este producto. Está pendiente de su discusión en plenaria de Cámara.
Tanto el proyecto de Toro (que inició su trámite en Cámara) como el de Name (que empezó trámite en Senado) sufrieron cambios sustanciales en su paso de una instancia a otra.
Por esa razón, de ser aprobados por las respectivas plenarias cada uno deberá someterse a un proceso de conciliación entre los textos originales con los que fueron aprobados finalmente
Tomado de:
http://www.eltiempo.com/colombia/politica/ARTICULO-WEB-PLANTILLA_NOTA_INTERIOR-5289847.html
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