Los expertos estuvieron reunidos en el foro internacional sobre espacios libres de humo, en Bogotá, donde también pidieron al Gobierno apoyar las iniciativas que buscan controlar el tabaquismo.
Élmer Huerta, ex presidente de la Sociedad Americana de Cáncer, que conoció el proyecto aprobado el martes de la semana pasada por la Comisión VII de la Cámara (que elimina los espacios libres de humo creados hace un año mediante una resolución del Ministerio de la Protección Social), dijo al respecto que "los políticos no pueden borrar con el codo lo que firmemente se escribió con la mano, presionados por la industria tabacalera. Su prioridad debe ser proteger la salud de la gente, que hoy en Colombia, además, acepta ampliamente la medida".
De acuerdo con Huerta, que hace seguimiento permanente a procesos similares en otros países, "el control del consumo de cigarrillo, que es la principal causa de muerte evitable en el planeta, avanza con rapidez en todo el mundo, a grado tal que se está cambiando la norma social: hoy lo aceptado, lo bien visto, para millones de seres humanos es no fumar. Jamás lo contrario".
Incoherencia y desinterés
En Colombia, pese a que en el Congreso cursan dos proyectos para controlar el consumo de cigarrillo en el país, que están a punto de convertirse en ley, el hundimiento, en los últimos años, de decenas de iniciativas similares justifica el hecho de que el tema siga mirándose con escepticismo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, los 18 proyectos presentados a esta corporación entre 1993 y 1997 fueron archivados en distintas etapas. "En ellos -se lee en las conclusiones de un análisis hecho por la entidad- se observa poco interés por parte del Congreso para aprobar una legislación al respecto".
Jorge Morales, miembro de la Comisión VII de la Cámara de Representantes asegura que la causa puede hallarse en la falta de coherencia del Gobierno frente al tema.
Por un lado -asegura Morales-, el Ministerio de la Protección pide tímidamente que se restrinja el consumo de cigarrillo para proteger la salud, pero por otro la Dian no hace nada para controlar el contrabando de tabaco, el Sena capacita en el cultivo de este producto, el Ministerio de Cultura defiende el patrocinio que las tabacaleras hacen de sus eventos, el de Agricultura fomenta estos cultivos (a grado tal que en el TLC se compromete a exportar 5.000 toneladas de ese producto) y el Presidente Uribe asiste a la inauguración de plantas tabacaleras, para fomentar la inversión extranjera, "lo curioso es que al final los congresistas resultamos señalados como los malos del paseo".
Beatriz Londoño, miembro de la Coalición Antitabaco, admite que esa inconsistencia del Gobierno frente al tema acaba beneficiando a las tabacaleras, que sí se toman el tiempo de defender en el Congreso sus intereses particulares, y a los congresistas que no están interesados en que salgan adelante legislaciones más duras.
Londoño sostiene que los países que sí han tenido éxito en la generación de legislaciones antitabaco se han originado en proyectos de ley presentados y gestionados por los gobiernos, "en Colombia tal interés no es claro", dice.
Uruguay, experiencia para mostrar
Uno de los ejemplos más palpables es el de Uruguay, que hace tres años fue declarado el primer país de América libre de humo de cigarrillo. El primero de marzo del 2006 entró en vigencia en ese país una medida similar a la colombiana, que prohíbe el consumo de cigarrillo en espacios públicos cerrados.
"Hicimos mediciones de aire de sitios cerrados en el 2005, antes de la aplicación de la norma, y las comparamos con las de ahora: de 210 microgramos de partículas contaminantes por metro cúbico de aire, pasamos a 24. Muy pronto vamos a tener resultado del impacto que eso tiene en la salud de la gente", explicó Ana Lorenzo, directora del Programa Nacional para el Control del Tabaco de Uruguay.
Lorenzo presentó en el foro, que se lleva a cabo en el hotel Tequendama de la capital, un estudio económico sobre el impacto de la restricción del tabaco en bares, tabernas y restaurantes: "Pese a que nuestra medida se aplicó desde el comienzo con sanciones y vigilancia, ni un solo establecimiento reportó pérdidas; por el contrario, muchos ganaron públicos que antes, debido al cigarrillo, no tenían", puntualizó Lorenzo.
Nocivo y costoso para el sistema de salud
En Colombia cada año cerca de 25.000 personas fallecen por causas asociadas al consumo de cigarrillo y se estima que el 27 por ciento de los hombres y el 11 por ciento de las mujeres fuman, lo mismo que tres de cada diez escolares bogotanos, entre los 13 y los 15 años. Los gastos anuales del sistema de salud en la atención de estas enfermedades ascienden a 2,2 billones de pesos.
REDACCIÓN SALUD
Tomado de;
http://www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/ARTICULO-WEB-PLANTILLA_NOTA_INTERIOR-5294687.html
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