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lunes, 1 de marzo de 2010

Diario Vasco.com 1 de marzo de 2010

Se aprobará este año, pero no en el primer semestre. La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha retrasado la entrada en vigor del endurecimiento de la ley antitabaco, un proceso que prohibirá fumar en lugares públicos cerrados y que también está llevando a cabo el Gobierno Vasco. El neumólogo Javier Laparra, responsable de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Donostia, cree que la sociedad aceptará con naturalidad la futura ley.
- ¿Cuánta gente fuma?
- Ahora cerca del 30% de la población. Hay que tener un poco de memoria histórica, porque en 1987 fumaba el 52% de los varones. Las cosas no siguen igual. En este punto, creo que hay que ayudar un poco, y es en ese aspecto donde el Ministerio y la Consejería están tomando cartas en el asunto para impulsar políticas proactivas e intentar bajar unos consumos que todavía siguen siendo muy importantes.
- ¿Qué recorrido ha tenido la actual ley antitabaco?
- Fue positiva inicialmente, porque se registró un descenso de fumadores. Hay una serie de parámetros que miden hasta qué punto son eficaces las leyes, como son las prohibiciones de fumar en sitios públicos, las campañas publicitarias, el precio... Antes de esa ley, el Estado español estaba en un modesto puesto 22 en Europa, tras la aprobación de la norma subió a un digno 8, pero con la relajación ha vuelto a descender.
- Se ha referido el precio. Aquí la cajetilla cuesta mucho menos que en otros países.
- Tenemos el tabaco más barato de toda la Unión Europea, incluso más que en Portugal. Además, prácticamente no se ha encarecido en los últimos 10 años, porque ha subido el IPC. Y ahí tienes a los franceses viniendo a comprar masivamente. Este hecho anima a la gente a seguir fumando. Y luego está esa sensación de que aquí se puede fumar en casi todos los sitios, salvo en lugares oficiales, institutos de enseñanza, hospitales... Y hay sitios en los que, contra la normativa, se sigue fumando descaradamente.
- En otros países no pasa lo mismo...
- Es que interpretan que es natural que no dejen fumar en algunos sitios, no como aquí, que parece un acoso a los fumadores, como si fuera un problema de libertades. Y este es un debate muy interesado, sobre todo por parte de la industria tabaquera, que preconiza un mensaje en el que los no fumadores somos unos intolerantes, cuando desde hace 20 años se sabe que el fumador pasivo sufre enfermedades casi de la misma forma que el fumador activo. Eso está demostrado y parece que se intente prevenir este tipo de cosas va en contra de la libertad del fumador de fumar, que sí la tendrá en sitios muy privados. E independientemente de que la hostelería interprete que son negocios privados de uso público, hay que tener en cuenta que el 70% de la gente no fuma. O sea que si los fumadores tienen derechos, los no fumadores tendrán más.
- El sector hostelero está haciendo mucho ruido.
- No hay grandes estudios que demuestren que prohibir fumar en locales hosteleros haga perder empleos e ingresos. En sitios donde se han aprobado leyes antitabaco realmente severas, como los estados de Nueva York y California, no se observaron pérdida de empleos. En Irlanda e Italia tampoco da la sensación de que haya sido para tanto.
- ¿Qué me dice de las sociedades?
- Que sean privadas tampoco significa que alguien puede hacer lo que quiera, de la misma forma que no se pueden hacer determinadas cosas en el ámbito de lo privado porque están sancionadas. Yo en mi coche, que es un territorio privado, no puedo ir sin cinturón porque hay una ley superior que me obliga a ello. Además, las sociedades tienen personal contratado, que tiene derecho a respirar aire limpio.
- ¿Está la sociedad madura para aceptar un endurecimiento legislativo y cumplirlo?
- Hay encuestas que señalan que se aceptará con toda la naturalidad del mundo. El día en que se ponga en marcha habrá protestas de algunos, pero la población en general lo aceptará de mil amores. Creo que no es un problema de cuándo, que es ya, sino de cómo; se trata de conseguir consensos entre los sectores implicados y en pulir aspectos legales. Por ejemplo, ¿qué se va a hacer cuando alguien fume donde está prohibido? En otros países europeos están funcionando razonablemente bien. En Italia, por ejemplo, donde también tienen una cultura de hacer vida en la calle, no ha habido grandes traumas: se fuma entre bar y bar y no pasa nada.
- Así que no habrá mucha oposición social.
- En otros países no ha habido grandes quejas, al margen de los grupos de presión, que están apoyados por las tabaqueras. Se crean una serie de empresas pantalla, revistas que plantean el debate en términos de libertad, impulsan estudios que siembran dudas diciendo que el fumador pasivo no existe... y mantienen todo esto vivo para retrasar las leyes. Se calcula que en España se pierden unos 500 fumadores diarios, entre los que mueren y dejan de fumar. Muchas personas para una empresa que cotiza en bolsa.
- Y que maneja mucho dinero...
- Altadis fue comprada por Imperial Tobacco, la cuarta tabaquera del mundo, por unos 12.600 millones de dólares. Philip Morris tiene unas ventas que superan por mucho los ingresos de muchos países, en los que no hay leyes antitabaco. Esta sustancia mata a uno de cada dos fumadores, a más o menos edad, por cáncer de pulmón o por cardiopatías isquémicas... La media de mortalidad de los fumadores está entre 35 y 69 años, lo que significa dejar a países del tercer mundo sin su herramienta productiva. La industria tabaquera busca nuevos caladeros, como el África subsahariana, donde fumaba muy poca gente. Ahora están sembrando tabaco a precios muy baratos para que empiecen a comprar tabaco local y luego se pasen a marcas americanas.
- ¿El fumador es muy sensible al precio?
- Se ha calculado que por cada 10% que se eleva el precio el consumo disminuye un 4%. Y en los adolescentes alcanza hasta el 7-8%.
- Este año el Día Mundial del Tabaco se centra en las mujeres.
- Sí, para que no interpreten que equipararse al hombre significa fumar en la misma medida. El tramo de las chicas de entre 16 y 24 años es el único en el que ellas fuman más que los chicos, en buena parte porque la industria tabaquera ha conseguido establecer una ligazón de peso: si fumas, no vas a engordar. Y si para estar delgadita hay que fumar, adelante. Algo parecido sucede cuando suben los impuestos y los fumadores tienen la sensación de que el Estado está recaudando a su costa. Y es verdad, porque hablamos de 9.500 millones de euros al año en España, pero sólo seis enfermedades de todas las que provoca el tabaco -25 están absolutamente demostradas-, se llevan el 80% de ese presupuesto. Así que el tabaco tampoco es tan rentable para el gobierno.
Tomado de:

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