El cigarrillo y la depresión, de la mano
UN ESTUDIO ADELANTADO en Estados Unidos encontró una relación directa entre el estado depresivo y el consumo de cigarrillos.
Reuters | Washington, Estados Unidos | Publicado el 18 de abril de 2010
Más del 40 por ciento de los adultos estadounidenses que tiene depresión es fumador, lo que significa que la gente necesita ayuda con ambos temas si quiere abandonar el hábito, según un sondeo del Gobierno estadounidense.
La encuesta encontró que más de la mitad de los hombres de edad mediana con depresión es fumadora, mientras la mitad de las mujeres bajo los 40 que estaban deprimidas fumaba.
Pacientes con depresión que quieren dejar el hábito pueden recibir ayuda, pero es difícil, dijeron Laura Pratt y Debra Brody del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, quienes realizaron el estudio.
"Los pocos estudios que han examinado la capacidad de abandonar el cigarrillo en personas con depresión han demostrado que con un tratamiento intensivo, las personas con depresión pueden dejar de fumar y quedarse abstinentes", escribieron.
"Estos servicios de cese intensivo habitualmente utilizan tratamientos que también se usan para la depresión, como la terapia de comportamiento cognitivo y los medicamentos antidepresivos", agregaron.
Pratt y Brody utilizaron una encuesta nacional a 5.000 personas para calcular el porcentaje de fumadores entre las personas con depresión.
Encontraron que el 43 por ciento de los adultos sobre los 20 años y con depresión fumaban, cifra comparada con el 22 por ciento de quienes no tenían depresión.
"Más de la mitad de los hombres con depresión entre los 40 y los 54 años eran fumadores, comparados con el 26 por ciento de los hombres sin depresión de la misma edad", escribieron.
"Entre las mujeres de 40 a 54 años, de las que estaban con depresión, el 43 por ciento eran fumadoras, comparadas con el 22 por ciento de las que no tenían depresión", indicaron. El 55 por ciento de las mujeres deprimidas entre los 20 y los 39 años tenía el hábito de fumar.
Los antidepresivos utilizados para ayudar a los fumadores a dejar el cigarro incluyen el Zyban de GlaxoSmithKline, conocido genéricamente como bupropión, y Chantix de Pfizer o varenclina.
Pfizer batalla contra demandas que acusan a la compañía de no advertir suficientemente rápido sobre los riesgos de su medicina de provocar intentos de suicidio, razón por la cual ahora utiliza una fuerte advertencia en una "caja negra", tal como hacen muchos otros antidepresivos.
Pratt y Brody también encontraron que los pacientes con depresión tienden más a ser fumadores empedernidos, y que mientras peor es la depresión, más tienden a fumar. Cerca del 7 por ciento de los adultos estadounidenses tenía depresión entre el 2005 y el 2008, dijeron las investigadoras.
Globalmente, el tabaco causa la muerte de unos 5 millones de personas al año, según la Organización Mundial de Salud y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés).
La encuesta encontró que más de la mitad de los hombres de edad mediana con depresión es fumadora, mientras la mitad de las mujeres bajo los 40 que estaban deprimidas fumaba.
Pacientes con depresión que quieren dejar el hábito pueden recibir ayuda, pero es difícil, dijeron Laura Pratt y Debra Brody del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, quienes realizaron el estudio.
"Los pocos estudios que han examinado la capacidad de abandonar el cigarrillo en personas con depresión han demostrado que con un tratamiento intensivo, las personas con depresión pueden dejar de fumar y quedarse abstinentes", escribieron.
"Estos servicios de cese intensivo habitualmente utilizan tratamientos que también se usan para la depresión, como la terapia de comportamiento cognitivo y los medicamentos antidepresivos", agregaron.
Pratt y Brody utilizaron una encuesta nacional a 5.000 personas para calcular el porcentaje de fumadores entre las personas con depresión.
Encontraron que el 43 por ciento de los adultos sobre los 20 años y con depresión fumaban, cifra comparada con el 22 por ciento de quienes no tenían depresión.
"Más de la mitad de los hombres con depresión entre los 40 y los 54 años eran fumadores, comparados con el 26 por ciento de los hombres sin depresión de la misma edad", escribieron.
"Entre las mujeres de 40 a 54 años, de las que estaban con depresión, el 43 por ciento eran fumadoras, comparadas con el 22 por ciento de las que no tenían depresión", indicaron. El 55 por ciento de las mujeres deprimidas entre los 20 y los 39 años tenía el hábito de fumar.
Los antidepresivos utilizados para ayudar a los fumadores a dejar el cigarro incluyen el Zyban de GlaxoSmithKline, conocido genéricamente como bupropión, y Chantix de Pfizer o varenclina.
Pfizer batalla contra demandas que acusan a la compañía de no advertir suficientemente rápido sobre los riesgos de su medicina de provocar intentos de suicidio, razón por la cual ahora utiliza una fuerte advertencia en una "caja negra", tal como hacen muchos otros antidepresivos.
Pratt y Brody también encontraron que los pacientes con depresión tienden más a ser fumadores empedernidos, y que mientras peor es la depresión, más tienden a fumar. Cerca del 7 por ciento de los adultos estadounidenses tenía depresión entre el 2005 y el 2008, dijeron las investigadoras.
Globalmente, el tabaco causa la muerte de unos 5 millones de personas al año, según la Organización Mundial de Salud y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés).
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