La FDA identifica sustancias cancerígenas en los cigarrillos electrónicos
- Contienen nicotina y tóxicos como el etilenglicol, un anticongelante para el coche
- Según los expertos, estos cigarrillos no ayudan a dejar de fumar y son peligrosos
- AURA TARDÓN
MADRID.- Aunque sus fabricantes aseguran que los cigarrillos electrónicos son menos perjudiciales que los convencionales, la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, según sus siglas en inglés) acaba de anunciar que contienen ingredientes que producen cáncer y otros químicos tóxicos peligrosos para la salud, como el etilenglicol, utilizado como anticongelante para los coches.
Este dispositivo consiste en una especie de cigarro que expulsa nicotina cuando la persona hace el gesto de inhalar y funciona con una batería a través de la cual se evitan las toxinas generadas con la combustión. Según la web de una de las compañías que lo comercializa, "no tiene los 4.000 componentes químicos producidos por el cigarrillo tradicional, ni alquitrán, ni otras sustancias cancerígenas".
Ahora, los expertos de la FDA han descubierto que, después de analizar 19 cigarrillos de las dos marcas con más cuota de mercado en todo el mundo, "que la mayoría contenía carcinógenos tan conocidos como las nitrosaminas", explica Benjamín Westenberger, principal autor de esta investigación.
Incluso cuando el etiquetado no señalaba la presencia de nicotina, los resultados mostraban lo contrario.
No hay que olvidar que, por culpa de este tipo de sustancias, "uno de cada dos fumadores muere como consecuencia del tabaco y con una pérdida potencial de unos 20 años de vida. Es el primer problema de salud en los países industrializados", señala María Ángeles Planchuelo, presidenta del Comité Nacional para la Prevención del tabaquismo (CNPT).
No ayudan a dejar de fumar
En principio, según sus fabricantes, los objetivos de este producto son: convertirse en un sustituto del tabaco e intentar ayudar a quienes quieren dejar de fumar. Sin embargo, su eficacia para reducir el consumo de tabaco no está demostrada científicamente. "No cumple los requisitos para ser un medicamento (investigación completa, incluyendo todas las fases), por lo que no debe usarse para dejar de fumar. Para esto, ya existen fármacos acreditados por las autoridades sanitarias", afirma la presidenta del CNPT.
De hecho, añade esta especialista, "ni la Agencia Española del Medicamento, ni su homóloga europea (EMEA) han autorizado ningún cigarrillo electrónico y cualquier producto con nicotina tiene que ser autorizado por estos organismos sanitarios".
Teniendo en cuenta los resultados de las pruebas realizadas por la FDA, los especialistas en salud pública consideran que los cigarrillos electrónicos no sólo no ayudan a dejar de fumar sino que pueden aumentar la adicción a la nicotina y el consumo del tabaco, especialmente en la población joven, principal objetivo de las compañías de este sector. "La edad media de iniciación al tabaco son los 13 años y estas personas serán adictas durante 20-30 años", puntualiza Planchuelo.
Al igual que los chicles, estos cigarrillos están disponibles en varios sabores, como chocolate o menta. Según los expertos, este puede ser el primer paso de acercamiento al tabaco convencional.
Sin control de calidad ni advertencias para la salud
"La FDA está preocupada por la seguridad de los cigarrillos y su comercialización", ha afirmado Margaret A. Hamburg, máxima responsable de la agencia estadounidense. No existe un control de calidad consistente y las cajetillas no contienen las advertencias de salud pertinentes, como en el caso del tabaco convencional. Además, son de muy fácil acceso.
Aunque en España no hace mucho que están autorizados, también se pueden adquirir desde hace tiempo a través de internet y, en EEUU, pueden comprarse en cualquier centro comercial.
Precisamente porque los e-cigarrillos no han sido presentados ante la FDA para su evaluación y autorización, la agencia no conocía los niveles de nicotina u otros químicos perjudiciales para la salud. Pero desde el verano de 2008, la FDA ha ido examinando algunos de los cigarrillos electrónicos importados de fuera, principalmente de China. Hasta la fecha, ha paralizado 50 envíos y está considerando otras acciones contra los importadores de estos productos y los distribuidores.
A la vista de los nuevos hallazgos de la FDA, los especialistas sugieren que tanto los profesionales de la salud como los consumidores se informen de los efectos adversos y de los problemas que pueden acarrear este tipo de productos, que tampoco cuentan con la aceptación de la FDA.
Tomado de:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/07/24/tabaco/1248425594.html
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