Ya hemos comentado en alguna ocasión que los términos inteligencia y política parecen estar reñidos, y que nuestros legisladores -y los del resto del planeta- apenas aciertan cuando se ponen a trabajar.
El caso que nos ocupan tiene que ver con las legislación antihumos. Con fe, los políticos se pusieron a sacar leyes para prohibir fumar en bares, cafeterías y todos los lugares cerrados de uso público y colectivo. Todo en aras de proteger a los fumadores pasivos y a los niños.
See more at:
Publicación original:
Publicación original:
No hay comentarios:
Publicar un comentario